Con un arranque de gobierno duro por las acusaciones de "fraude electoral" por el entonces candidato opositor Andrés Manuel López Obrador, Calderón Hinojosa declaró en Michoacán el inicio de la llamada “guerra contra el narcotráfico”. “Sé que restablecer la seguridad no será fácil ni rápido. Tomará tiempo. Costará mucho dinero e incluso, y por desgracia, vidas humanas, pero ténganlo por seguro, esta es una batalla en la que yo estaré al frente”, dijo el panista en diciembre de 2006. Es ahí, en el plan para detener a los cárteles, donde García Luna es vinculado con acciones ilegales .
Más de 10 años después de despedirse de la función pública, García Luna enfrentará este 17 de enero el arranque del juicio en su contra en una Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, mismo que se espera sacuda a las élites políticas mexicanas y hasta estadounidenses.
¿De qué se le acusa?
Si bien investigaciones periodísticas como Los señores del narco, de la periodista Anabel Hernández, habían dado cuenta de los presuntos vínculos de García Luna con el Cártel de Sinaloa, el llamado “superpolicía” del sexenio de Calderón navegó impune toda la administración del priista Enrique Peña Nieto y un poco más allá, en el sexenio de López Obrador. Así lo hizo hasta el 10 de diciembre de 2019, cuando el Departamento de Seguridad de Estados Unidos confirmó su captura en Dallas, Texas.
Desde el primer momento, García Luna fue acusado de permitir que el Cártel de Sinaloa, en aquellos años liderado por Joaquín Guzmán Loera 'el Chapo', operara con todas la facilidades en México, informaron el fiscales federales en Brooklyn.

Al exfuncionario mexicano se le acusó también de conspirar para traficar cocaína y de realizar declaraciones falsas.
“Mientras ocupaba puestos de alto rango en el gobierno mexicano, García Luna recibió millones de dólares en sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de proporcionar protección para su droga", destacaron autoridades estadounidenses.
En diciembre de 2019, el presidente López Obrador consideró que la captura representaba “una derrota a un régimen autoritario”.
“Entiendo que piensen que estamos nosotros actuando en este caso porque no nos conocen o no quieren reconocer que tenemos autoridad moral, y lo cierto es que es una derrota a un régimen autoritario, corrupto, es un elemento de prueba de que ese modelo fracasó porque todavía hay quienes insisten que esa era la opción”, señaló el mandatario en su conferencia matutina.
