Además de los ya citados casos de Baja California Sur y Colima completan el cuadro de los gobiernos estatales de la 4T con un mando militar, Baja California, en donde la gobernadora Marina del Pilar designó el 1 de enero pasado al General de División, Gilberto Landeros Briseño, como Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado.
Destaca en la trayectoria de este haber sido parte del Batallón de Fusileros Paracaidistas, comandante en la 2a Zona Militar en Tijuana, Baja California y la 36a de Tapachula, Chiapas. Y como subsecretario quedó el Oficial del Estado Mayor Santana Octavio Martínez.
En Guerrero, la gobernadora guinda Evelyn Salgado designó, apenas llegó al cargo el 15 de octubre de 2021, al infante de Marina y exsubdirector de operaciones de inteligencia Evelio Méndez Gómez, como secretario de Seguridad.
En Morelos, Cuauhtémoc Blanco, aliado de Morena pues llegó por el Partido Encuentro Social (PES) y ahora está aliado al Socialdémocrata, nombró desde el 30 de agosto de 2018 al vicealmirante José Antonio Ortiz Guarneros como secretario de seguridad.
La mandataria Mara Lezama, de Quintana Roo, apenas asumió el 25 de septiembre pasado y había designado al exmando de la Policía Federal Manelich Castilla Craviotto como responsable de seguridad, pero cinco días después, el 30 de septiembre 2022, cambió la decisión y optó por un militar, Rubén Oyarvide Pedrero, contralmirante Diplomado de Estado Mayor de la Secretaría de Marina
En San Luis Potosí, el gobernador Ricardo Gallardo, del Partido Verde, aliado morenista, nombró desde el 26 de septiembre de 2021 al General Guzmar Ángel González Castillo, quien es maestro en Seguridad Nacional y cuenta con 45 años en las Fuerzas Armadas.
Desde el 1 de noviembre, al inicio de su gestión, el mandatario de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, también optó por un secretario de seguridad castrense, en la figura de Cristóbal Castañeda Camarillo, con experiencia en inteligencia y 23 años en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En Zacatecas, David Monreal, nombró el 19 de noviembre pasado a otro militar como su segundo secretario de seguridad, al General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Retirado, Adolfo Marín Marín, tras destituir a Arturo López Bazán, en medio de una ola de 20 asesinatos y 10 personas colgadas.
El pasado 1 de octubre, al asumir como mandatario del estado de Tamaulipas, el morenista Américo Villareal designó como secretario al General de Brigada Diplomado de Estado Mayor Retirado Sergio Hernando Chávez García. Y, además, tendrá como subsecretario a otro militar: el general Alex Melgarejo Torres.
Su primera opción, que había sido anunciada días antes, era Óscar Aparicio Avendaño, excomisionado de la Policía Estatal en Chihuahua, pero fue desautorizado por Sedena.
Y, en Tlaxcala, ocurrió algo similar: el 2 de mayo, seis meses después de asumir el cargo, la gobernadora Lorena Cuéllar nombró a Raúl Ruiz García, General Brigadier Diplomado de Estado Mayor, y con más de 40 años de servicio en el Ejército Mexicano, donde encabezó regimientos en el Morelia, Michoacán y Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Medio año ese gobierno tuvo a un encargado de despacho, Erick Sergio Ramírez Manzur. Y quien se perfilaba para el cargo, Alfredo Álvarez Valenzuela, se encontró relacionado con el operativo violento de desalojo de normalistas de Ayotzinapa, que derivó en un enfrentamiento con saldo de dos estudiantes muertos.