El informe también coincide con el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador de impulsar una nueva reforma constitucional para eliminar por completo el mando civil que en 2019 se utilizó para legitimar las tareas de esta corporación en la seguridad pública, y así transferir por completo a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
En este sentido, el Centro Prodh enfatiza que, con la creación de la Guardia Nacional, sus leyes secundarias y acuerdos presidenciales, la militarización en México se ha "profundizado" sin que haya controles internos y externos que garanticen el respeto a los derechos humanos.
Así se ha profundizado la "militarización de la seguridad pública"
La militarización de la seguridad pública dio sus primeros pasos a partir de la década de los 80, pero se formalizó en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) con la llamada "guerra contra el narcotráfico" y se mantuvo en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018). Ambos exmandatarios impulsaron las leyes de Seguridad Nacional y de Seguridad Interior, respectivamente, para acreditar la participación de las Fuerzas Armadas en este rubro, pero había importantes vacíos legales.
El Centro Prodh recuerda en su informe que las promesas de campaña del entonces candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, generaron expectativas sobre una revisión del modelo de seguridad que acumulaba miles de víctimas de homicidio, de desaparición forzada y de violaciones a derechos humanos. Específicamente, el líder de izquierda planteaba regresar a los militares a los cuarteles.
"Sin embargo, muy pronto se anunció la creación de la Guardia Nacional (...) y acabó con cualquier expectativa. Las leyes secundarias de la Guardia Nacional se hicieron a la medida de las Fuerzas Armadas", señala el informe.
En mayo de 2020, en medio de la emergencia sanitaria por COVID-19, se emitió un acuerdo presidencial por el que se dispuso de la Fuerza Armada Permanente para realizar labores de seguridad pública en todo el territorio nacional hasta 2024.
Esto, indica el Centro Prodh, incumplió con las obligaciones internacionales de México y supuso una "inédita entrega" de funciones al sector castrense que, además, fue rematada con la decisión de adscribir a los mandos territoriales del Ejército las unidades operativas de la Guardia Nacional.
De este modo, la militarización durante el actual sexenio alcanzó una profundidad legal no vista antes.
Centro Prodh