Según los datos de este estudio, la GN –creada en 2019 con elementos de la Policía Federal (PF), de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y con personal de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar)– nació sin planes de capacitación específicos en seguridad pública.
Otro rasgo detectado es que la institución carece de la cohesión interna y no se fomenta el sentido de pertenencia con que debería contar para, unidos, combatir a la delincuencia y garantizar paz; todo lo anterior se asienta en el informe “Policías al Grito de Guerra: ser policía en una corporación militar”.
Otra conclusión es que el eslogan “Guardia Nacional, una institución de carácter civil” es un eufemismo. Esto porque apenas se mantienen en operación 5,000 elementos de formación civil, de los 20,000 policías federales que se incorporaron en 2019 a la GN, pues hay una purga continua de federales. Primero, se promovió su retiro voluntario y, desde hace meses, enfrentan presiones y un recorte masivo: el objetivo es tener cada vez más elementos militares y reducir al mínimo al personal civil.
El estudio dado a conocer este miércoles fue elaborado a partir de testimonios de 32 personas que fueron elementos de la Guardia Nacional que hablaron con el compromiso de confidencialidad, y quienes denunciaron acoso laboral para obligarles a renunciar o a aceptar la baja voluntaria, mismos que denunciaron malos tratos, discriminación por edad o peso o tratamiento diferenciado en sueldos y prestaciones.

#Atención ⚠️ Esto es lo que está sucediendo al interior de la #GuardiaNacional 🆘👮♀️
— Causa en Común (@causaencomun) September 29, 2022
🚫 Exigimos #AltoALaMilitarización ‼️ Basta de abusos contra las y los ex policías federales. #PolicíasSíMilitaresNo #SíALaPolicíaCivil https://t.co/BWDaVROdWS pic.twitter.com/x0rJh2ZpFt
Discriminación a las mujeres de la policía federal
En el caso de las mujeres, de acuerdo al análisis entregado, son las que más enfrentan dificultades para el ascenso, sufren acoso y violencia sexuales.
“No existe ningún mando dentro de la Guardia Nacional, que sea mujer. Los militares no creen en los derechos humanos, mucho menos conocen la equidad”, reveló una exintegrante.
También se denuncia que a quienes no son militares no les dan apoyo a rentas ni alimentos.
“Se cerraron todos los derechos que existían para las mujeres (policías federales) dentro de la Guardia Nacional las mujeres no son bien vistas y las pocas que vienen con el Ejército son utilizadas únicamente para placeres”, acusó una de las entrevistadas.
Además de lo señalado, varones o mujeres padecieron la pernocta en condiciones indignas e insalubres, entrega de alimentos crudos o en mal estado o la obligatoriedad a adquirir productos en los “casinos”, como llaman a tiendas de conveniencia que pertenecen a altos mandos y están a cargos de soldados.
Tampoco existe presupuesto para hospedaje y alimentación para servicios foráneos, de acuerdo al análisis. Por ello los hospedan en zonas militares, sin camas para dormir.
"Les cobran una tarifa diaria para que consuman alimentos, ello obedece a que el presupuesto de alimentación de la Sedena no incluye a integrantes de la Guardia Nacional que no sean militares", refirieron.
También hay deficiencias en el abastecimiento de servicios básicos como agua o luz, “y su régimen militar masculinizado y patriarcal hace que se burlen de quienes se quejan de las malas condiciones”, arrojaron los testimonios.
Eso respecto a las condiciones, pero el trabajo dentro de la GN fue caracterizado, por la generalidad, como deficiente por nula o escasa capacitación y la obligación de obediencia “ciega” a órdenes.
En cuanto al equipamiento, éste fue considerado insuficiente y frecuentemente desactualizado, cuando no caduco, en cuanto a chalecos balísticos, patrullas, radios, equipo de cómputo y software, aún el empleado por las divisiones de investigación o policía científica.
Incluso, prevalecen críticas sobre el uniforme, de color inexplicable para las responsabilidades que deben desempeñar en operativos. Así, uno de los testimonios recabados expuso que se les dio un uniforme color blanco, nada práctico para su labor.
“El uniforme de Policía Federal era muy difícil de identificar en la noche, se podía intervenir. El de Guardia Nacional se ve a kilómetros, éramos un blanco perfecto”, describe.