Los reveses de AMLO
Los dos reveses infligidos en el Poder Legislativo a López Obrador y a Morena fueron escasos, sólo dos, y aplicados en el pleno de la Cámara de Diputados.
El primero cuando se rechazó, en abril de 2022, la reforma los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución en materia energética, y en diciembre de 2022 su paquete de reforma electoral a nivel constitucional, considerado el “plan a”, fracaso que dio pie a, enseguida, ir al "plan b" y vía reformas a leyes secundarias persistir en los cambios.
Pero fuera de esos dos paquetes de propuestas en los plenos camarales se le aprobaron al presidente todas las reformas constitucionales propuso y llegaron a votación del pleno de las dos cámaras del Congreso.
Esto hasta que el 5 de febrero pasado, el Ejecutivo presentó 18 iniciativas de reformas constitucionales y dos de reformas legales, ninguna de las cuales ha sido sometida a votación y por tanto no han sido aprobadas.
Los 18 anteproyectos de dictámenes de cambios a la Constitución consideran convenientes las reformas. Pero sin periodo extraordinario de sesiones, seguramente quedarán enlatados por lo que sigue en pie el nivel de sólo dos rechazos a propuestas de cambios constitucionales promovidos por el presidente López Obrador.
Además, de acuerdo a la base de datos de reformas constitucionales por periodo presidencial, en que va de su mandato se han concretado reformas a 63 artículos, no todos a propuesta de él, pero si con aval de su partido y aliados.
En el gobierno de su antecesor, Enrique Peña Nieto, fueron 156 artículos constitucionales reformados y en el de Felipe Calderón 110 artículos reformados.
El trabajo legislativo
Al concluir la Legislatura, este martes 30 de abril, el presidente convocó a los senadores y diputados a una reunión en Palacio Nacional; tras la reunión el excoordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, explicó la esencia de la cita.
"El mensaje es muy claro, continuar transformando al país y continuar profundizando la transformación”, afirmó.
Si no se concreta el extraordinario, prácticamente se irán al olvido poco más de 8,000 iniciativas de todo tipo, no las enviadas por el presidente, sino las promovidas por legisladores y congresos estatales.
En la Cámara de Diputados, en casi tres años de esta Legislatura se presentaron 7,606 iniciativas, pero 5,800 quedaron pendientes de dictaminación.
En el Senado fueron 2,688 las iniciativas presentadas, pero se quedaron pendientes 2,381, mismas que al concluir la Legislatura serán desechadas.
En el caso de la Cámara de Diputados, en 2021 se aprobó una reforma al Reglamento, para que al término de la Legislatura la Secretaría de Servicios Parlamentarios elabore un listado de dictámenes e iniciativas y minutas en poder de la Mesa Directiva.
“La Jucopo determinará, a través de un acuerdo, los dictámenes que se presentarán ante el Pleno, durante el primer periodo de sesiones, del primer año de ejercicio de la siguiente Legislatura”, se instruye.
Pero ese acuerdo no se emitió, por lo que los predictámenes a las propuestas presidenciales serán parte de las miles de propuestas desechadas.
Para Sergio Bárcena, de Buró Parlamentario, es incluso hasta positivo que se desechen las miles de propuestas presentadas, lo malo es, en realidad, que prosperen “las que están en la agenda de los partidos, traen ya el aval de las cúpulas partidistas o las que interesan al presidente”.
“En cada Legislatura se van a dejar cerca del 90% de las iniciativas pendientes y no es que eso sea malo o bueno. Eso se debe a una hiperproductividad (…) es prácticamente imposible que se dictaminen por la carga de trabajo de las comisiones, sería absurdo pensar que se pudieran aprobar”, añade el experto.
Pero esa productividad en exceso, indica el politólogo, no es en aras de perfeccionar las leyes o impactar positivamente a la sociedad. “En buena medida lo hacen con fines de autopromoción y porque eso les ayuda a avanzar en sus carreras políticas.
“Tenemos hipertrofia legislativa; demasiadas iniciativas y muy poca capacidad para poderlas siquiera discutir a profundidad. Entonces digo que está incluso mejor que se dictaminen unas pocas, a que se dictamine cuánta burrada está presentando a los legisladores, la mayoría de los casos”, señala.