Como son parte del llamado "Plan C" del presidente y su partido Morena, se ha llamado a ganar la mayoría en el Congreso para hacerlas posibles.
El líder de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, aseguró que “hay siempre la posibilidad de un periodo extraordinario de sesiones” en los meses de mayo a agosto, en que el Congreso estará en receso.
Sin embargo, para que transitaran esas eventuales reformas se requeriría, además de convocatoria a periodo extraordinario de sesiones de las dos cámaras, del voto de dos terceras partes de los legisladores de ambas. Y Morena y sus aliados carecen de esos números no sólo para cambiar la Constitución, sino incluso para llamar a sesiones extra.
Hay iniciativas, sin embargo, en las que los partidos sí están de acuerdo, por ejemplo, derecho a la vivienda, o en materia salarial para personal al servicio del Estado o incluso la de pensiones del Bienestar a nivel constitucional, no la reforma a ley secundaria avalada la semana pasada.
Para que transitaran, según habían pactado los líderes de todas las bancadas, los dictámenes debieron estar listos a más tardar el último día de marzo para programar su discusión y votación en el pleno durante abril, cuando menos un mes de análisis.
Pero el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Juan Ramiro Robledo, circuló este lunes los anteproyectos, que consideran enmiendas a múltiples artículos constitucionales, casi 24 horas antes de la sesión de clausura del periodo ordinario que se declarará mañana 30 de abril.
Este lunes la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados pidió a esa Comisión que presente un informe.
La Comisión también presentará la “reserva única” que se acordó en marzo presentar al dictamen sobre reducción de la jornada laboral 40 horas a la semana, y que también es una reforma constitucional que, aun votándose, no podrá concluir el proceso legislativo pues requiere aval del Senado y de 17 congresos estatales.