Sheinbaum llega a su Primer Informe de Gobierno con una deuda en seguridad

Desde que tomó la Jefatura de Gobierno, Sheinbaum ha anunciado medidas en este terreno como dividir a la capital en cuadrantes, disolver al cuerpo de granaderos, reestructurar a las corporaciones de policía, instalar más cámaras de vigilancia y crear instancias para denunciar la corrupción policial.

Sin embargo, esto no ha evitado que se registren crímenes que han causado indignación —por ejemplo, los asesinatos de los jóvenes Norberto Ronquillo y Leonardo Avendaño —, ni tampoco que aumente la incidencia de algunos delitos de alto impacto social.

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Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestra que durante los primeros ocho meses del sexenio de Sheinbaum, de diciembre de 2018 a julio de 2019, la cifra de víctimas de homicidio doloso fue de 1,226, un alza de 19.96% respecto del periodo comparable anterior (diciembre de 2017 a julio de 2018), cuando fueron 1,022.

El incremento es aún mayor en las extorsiones, pues de diciembre de 2018 a julio de 2019 se registraron 588 casos, cuando en el mismo periodo comparable anterior fueron 358, un aumento de 64.24%. En contraste, la incidencia de feminicidios y secuestros ha bajado en 9.37% y 12.99%, respectivamente.

“La seguridad es el tema en el que evidentemente el gobierno de Claudia Sheinbaum ha dado pasos atrás. No ha hecho las reformas necesarias para que la policía de la Ciudad de México se vuelva cada vez más un cuerpo profesional eficaz y no corrupto. Cuando uno se relaciona con la policía de la Ciudad de México, sigue encontrándose con la misma policía de siempre”, considera Jorge Javier Romero, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante los últimos meses, los policías capitalinos han quedado en entredicho en varias ocasiones, particularmente a raíz de las denuncias de mujeres que acusan haber sido agredidas sexualmente.

La situación ya ha generado protestas sociales en contra del gobierno de Sheinbaum, quien ya ha anunciado medidas específicas para enfrentar la violencia de género. Algunas de ellas son proponer la creación de un banco de ADN para identificar a agresores sexuales e instalar botones de pánico en las calles y en las unidades de transporte público.

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La llegada de la Guardia Nacional

Una encuesta del diario El Universal publicada el pasado 11 de septiembre muestra que la aprobación de Sheinbaum se encuentra en 50.6% , lo que representa un repunte desde el 39% en el que estaba en junio. Sin embargo, la medición también indica que la inseguridad es el problema que los capitalinos consideran más urgente de atender y en el que creen que el gobierno actual ha tenido menos avances.

Con el objetivo de enfrentarlo, desde finales de junio la mandataria dio entrada a la Guardia Nacional, que realiza patrullajes en alcaldías colindantes con el Estado de México —como Cuajimalpa, Gustavo A. Madero e Iztapalapa—, así como operativos en puntos considerados altamente peligrosos por la operación de grupos del crimen organizado.

Pero la llegada de la corporación federal no ha tenido un respaldo unánime. Mientras Sheinbaum, su gabinete y otros políticos de Morena defienden el despliegue de los guardias, algunos ciudadanos, organizaciones civiles y analistas advierten de que puede ser contraproducente y generar aún más violencia.

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“Es simplemente una claudicación. Al principio, Claudia Sheinbaum dijo que en la Ciudad de México no se desplegaría la Guardia Nacional, que no era necesaria. Entonces, está claudicando a que la Ciudad de México también quede en la lógica de esta política fallida que es la militarización de la seguridad pública”, dice Romero.

Para López Montiel, si bien es un acierto de la jefa de gobierno reconocer que el crimen organizado opera en la CDMX —a diferencia de su antecesor, Miguel Ángel Mancera—, el que Sheinbaum dé entrada a la Guardia Nacional es reflejo de que su gestión carecía de un proyecto definido en materia de lucha contra la delincuencia.

“La llegada de la Guardia nacional nos deja ver que no planteó una base o un plan de seguridad como tal. Más bien, fue producto de presiones… No se deja ver una estrategia eficiente”, dice el académico.

Avances en política social y movilidad

Mientras los analistas coinciden en que la seguridad hasta ahora es el principal pendiente de la administración de Sheinbaum, concuerdan también en que los avances más notorios están en la política social y las acciones para mejorar la movilidad, aunque aún es pronto para evaluar sus resultados.

“Hay una preocupación renovada por los temas sociales que el gobierno de Mancera había abandonado. Hay también un intento por encontrar una nueva manera de enfrentar la movilidad en la ciudad, que todavía está en ciernes porque hay intereses creados muy fuertes, sobre todo en transporte urbano”, dice Romero.

En la política social, la actual administración se ha pronunciado por revisar los programas existentes y reestructurarlos para que los apoyos lleguen de mejor manera a los beneficiarios, en tanto que en movilidad se han anunciado medidas como crear un registro de choferes de taxis y aplicaciones, construir líneas de Cablebús y dar mantenimiento al Tren Ligero .

No obstante, las cifras disponibles muestran que alcanzar resultados positivos en estos rubros no será fácil.

La más reciente medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indica que el porcentaje de población capitalina en pobreza subió de 27.6% a 30.6% de 2008 a 2018. Mientras tanto, un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) alerta de que la CDMX es la urbe con más congestionamiento vial del país .