Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

#ColumnaInvitada | Una batalla que no tiene fin

El presidente está obsesionado con escribir la historia a su favor y, dada la larga lista de fracasos en todos los rubros (...), sabe que necesita destruir al INE para poder manipular las elecciones.
jue 23 marzo 2023 06:01 AM
amlo-zocalo-18-marzo.jpeg
A pesar de la lluvia, los ciudadanos permanecieron en el Zócalo de la Ciudad de México para escuchar el mensaje del presidente el pasado 18 de marzo.

El pasado 18 de marzo se llevó a cabo una concentración convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, su partido, Morena, la jefa del Gobierno capitalino y las diferentes autoridades y voceros de la autodenominada “cuarta transformación”, con el supuesto fin de conmemorar un aniversario más de la expropiación petrolera.

Para ello, la maquinaria oficialista se movió con todo: hubo desde el proselitismo genuino y convencido, hasta las peores prácticas de acarreo, compra de participación y amenazas -tal y como se hacía en pasado-.

Publicidad

El motivo manifiesto no ameritaba ni lejanamente tal despilfarro de recursos, no hay forma de justificar que el acarreo y la simulación buscaban celebrar la política energética de Lázaro Cárdenas.

La verdadera razón para que López y sus aliados expusieron su capital político y desviaran los recursos de los mexicanos, fue contrarrestar -incluso esperaban humillar-, el resultado de la marcha ciudadana del pasado 26 de febrero, la marcha de rechazo a la reforma electoral del presidente, denominada Plan B, y en defensa del INE.

López es el presidente más popular de las últimas décadas, así como su partido, que es el que actualmente suma más positivos según las diversas encuestas de opinión. Sin embargo, ni toda la popularidad del presidente y de Morena, ni toda la distribución de dádivas y el ejercicio de amenazas, lograron rebasar la ola rosa en favor del INE.

Si bien López, Sheinbaum y los diversos personajes ligados a Morena, calificaron como exitosa dicha concentración y aseguraron que más de 500,000 personas se concentraron en la Plaza de la Constitución, la realidad muestra fotografías muy similares a la marcha feminista del 8 de marzo -por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer-, e incluso menores que la del 26 de febrero cuando, según esas mismas autoridades, no hubo más de 90,000 asistentes.

El presidente, tan cercano a la cultura popular, intentó con su marcha imitar a los niños caprichosos y decirnos a quienes marchamos el pasado 26 de febrero: “mi papá es bombero y te moja”. Al mandatario, a quien tanto le gustan los dichos y canciones populares, probablemente le debemos contestar: “la que no ganas, la empatas”. O en este caso: “la que no ganas, la falseas”.

El presidente está obsesionado con escribir la historia a su favor y, dada la larga lista de fracasos en todos los rubros de gobierno, sabe que necesita destruir al INE para poder manipular las elecciones y regresar a esa dictadura perfecta que impuso el PRI por 70 años.

Sólo así López podrá resignificar el empeoramiento de la violencia, de la corrupción, de la impunidad, de la pobreza, de la calidad educativa y de los servicios de salud pública; el abandono a las víctimas del delito; la destrucción institucional; la pérdida de control frente a los delincuentes del territorio nacional; el deterioro de la imagen del país en el extranjero.

Publicidad

Más allá del hecho que las marchas del 8 de marzo y del 26 de febrero fueron espontáneas, sin acarreos, sin gente comprada o amedrentada, lo que debe molestarle profundamente a López es que la marcha de rechazo al Plan B y en favor del INE sí superó abundantemente los participantes de su marcha, la del pasado domingo.

En las fotos podemos confirmar que la concentración en el Zócalo fue mayor; además, ésta se replicó en más de 100 ciudades de nuestro país y el extranjero.

Es absolutamente válido que el presidente convoque a los ciudadanos a manifestarse cuantas veces quiera, lo que no es válido es que mienta sobre los motivos y sea cómplice de los delitos necesarios para llevarlas a cabo. El presidente debería condenar el desfalco a la administración pública, el desvío de recursos y las extorsiones que los morenistas ejecutaron para cumplirle su capricho. López debe ser fiel a su dicho de “no somos iguales -a los de antes-“, y rechazar las prácticas que tantas veces criticó en pasado.

Aún más, el presidente debe rotundamente condenar las manifestaciones de violencia en contra de los consejeros del INE, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, y en contra de la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, quien presidirá la discusión sobre la inconstitucionalidad del Plan B de López.

La oposición debe asumir un rol más protagónico y demostrar que la legalidad sí les importa. Deben interponer denuncias, con base en la evidencia de los múltiples videos que prueban los delitos cometidos por Morena y sus representantes, y llevarlos hasta sus últimas consecuencias legales.

Lamentablemente, es casi seguro que nada de ello ocurrirá, la oposición se limitará a gritar y criticar, López y la Fiscalía General de la República serán cómplices y protegerán la impunidad en torno al sinfín de delitos cometidos por quienes impulsaron e hicieron posible la marcha del pasado 18 de marzo.

Por ello, a los ciudadanos nos toca seguir levantando la voz, contraponiendo los datos verificables a las mentiras del régimen de López, protegiendo las instituciones democráticas y los procesos electorales.

Publicidad

De igual forma, debemos recordar que esta es una batalla sin fin, que no es contra un individuo o partido en particular, que no se agota si la SCJN declara inconstitucional el Plan B o incluso, si en 2024 la oposición gana las elecciones presidenciales.

Los ciudadanos lucharemos contra estos corruptos y contra todos los que vengan en futuro. Si algo nos ha enseñado la historia, es que en política no hay santos y cuando un partido o un mandatario han concentrado todo el poder, comienzan a mentir, traicionar y robarle a los mexicanos.

____________

Nota del editor: Francisco Rivas es Director del Observatorio Nacional Ciudadano. Síguelo en Twitter como @frarivasCoL Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

MGID Recomienda

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

Publicidad