Lamentablemente -como ya es costumbre-, la secretaria de Seguridad presentó tarde los datos respecto a lo que establece la ley, y comparativas a modo que muestran disminuciones de los delitos que ni siquiera corresponden a los datos oficiales que hacen públicos.
Por ejemplo, en el caso de los homicidios dolosos, afirmó que en enero 2023 disminuyeron 16% si son comparados con el peor mes de la administración de Peña, y que en lo que va del sexenio hay 10.8% menos homicidios.
Dicha información es incorrecta y falsa:
- Incorrecta porque las comparativas se deben hacer sobre periodos iguales; es decir, se debe comparar un mes o un periodo con el mismo mes o el mismo periodo del año anterior o, un mes o un periodo con el mes o el periodo inmediato anterior.
- Falsos porque los datos que presentan no respaldan las declaraciones.
Si comparamos enero 2023 vs enero 2022 las víctimas de homicidio doloso crecieron 6%; si comparamos enero 2021 vs diciembre 2021 las víctimas de homicidio doloso crecieron 1.4%; si comparamos las víctimas de homicidio doloso del periodo febrero 2022-enero 2023 vs febrero 2021-enero 2022, la diminución de las víctimas de dicho delito es apenas del 6.3%.
Respecto a la supuesta disminución de 10.8% de este delito, comparado con el sexenio anterior, no solo el homicidio no ha disminuido sino que creció más del 50% si se comparan los 50 meses de esta administración contra el mismo periodo del sexenio de Peña Nieto.
Es lamentable que una autoridad engañe a los ciudadanos acerca de la violencia letal, que afirme sin sustento que sus políticas de seguridad están dando resultado. Pero es aún más grave que el gobierno federal siga sin estrategia; haga uso de los recursos del Estado -fuerzas federales, Fiscalía General de la República-, para favorecer o abandonar a los gobiernos de oposición y que haya recortado el gasto en seguridad a tal punto que las fiscalías y policías estatales han perdido más del 40% de sus recursos en lo que va del sexenio y haya eliminado los fondos para las policías municipales.
Tan grave es mentir sobre supuestas mejoras en seguridad, como hacer un análisis sesgado que salta a conclusiones sin rigor metodológico y objetividad.
Si bien en el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) se ha distinguido en los últimos 13 años por ser una organización muy dura y crítica del desempeño de las autoridades y los resultados en seguridad, se debe rechazar la falta de profesionalismo del documento denominado “Ranking 2022 de las 50 ciudades más violentas del mundo” del CCSPPJ.