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La 4T nos está viendo la cara

La 4T está logrando manipular a la prensa y a la oposición para que ambos hagan lo que más le conviene a López Obrador. No nos estamos dando cuenta.
mié 03 marzo 2021 11:59 PM
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El auditor de la Federación se tuvo que disculpar con el gobierno federal.

Hoy les quiero contar la triste historia de cómo López Obrador nos vio la cara y logró lo impensable: que la prensa casi ni documentara los 99 mil millones de pesos que su gobierno usó de manera irregular. Y que, en cambio, la oposición clamara porque se pusiera un auditor nuevo, a modo de López Obrador.

¿Suena imposible? Lo era.

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Por casi dos décadas los gobiernos esperaban con temor el golpe que les propinaba la Auditoría Superior de la Federación (ASF) cuando daba a conocer las irregularidades. No se salvaban de docenas de notas en su contra e incluso, de comparecencias sobre el tema.

Bueno, pues este año fue distinto. Quien terminó compareciendo ante el Senado de la República y en el ojo del huracán fue el auditor.

Para lograr esta “hazaña” política y vernos la cara la 4T utilizó dos estrategias de manipulación estratégica:

Primero, una fina selección del tema de discusión. López Obrador centró su mañanera en visibilizar una sola “auditoría de desempeño” (sobre el aeropuerto) y no los cientos de “auditorías de cumplimiento” que presentó la ASF.

Esto fue crítico porque las “auditorías de desempeño” rara vez reportan irregularidades en el gasto público. En su mayoría son simples estudios que muestran si las decisiones de gobierno fueron eficientes. De hecho, la gran mayoría de los escándalos de corrupción se encuentran en las “auditorías de cumplimiento”. Es en éstas donde de reportaron, por ejemplo, los desvíos de la Estafa Maestra, Javier Duarte y muchos otros más escándalos de corrupción graves.

Más aún, la 4T logró centrar la discusión en la única auditoría de desempeño que contaba con un error garrafalmente claro: la que evaluaba la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Normalmente, estos errores se identifican en privado cuando la ASF notifica a las instituciones auditadas, y éstas responden. Sin embargo, este caso era perfecto para la 4T porque no se habían hecho las notificaciones. No se había corregido el error.

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Enfatizo esto porque es relativamente normal que la Auditoría corrija sus primeros reportes. Esto sucede porque, al notificar a las instituciones, éstas pueden presentar aclaraciones. Así, por ejemplo, tan solo en 2018 se “aclaró” el uso de casi 27 mil millones de pesos que originalmente la ASF había clasificado como irregular. Aclarar y corregir es normal.

Segundo, la 4T manipuló la conversación pública al publicar un video donde, a razón del error del aeropuerto, el secretario de Hacienda sembró dudas sobre la totalidad del ejercicio de auditoría. Peor aún, sugería que el error podría haber sido cometido de mala fe. Es decir, la 4T nos manipuló para pensar que no era normal cometer un error así. Nos hizo creer que estos errores nunca suceden.

El coctel fue mortal y sumamente efectivo.

La ASF no supo reaccionar. Demostrando un pobre liderazgo se mandó una disculpa casi instantánea firmada por un mando medio. No se clarificó el error. No se presentó un cálculo nuevo. Tampoco se tomaron medidas inmediatas que eran necesarias, como solicitar la renuncia de quien cometió el error.

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Este anzuelo fue demasiado jugoso para la oposición, quienes decidieron centrar la discusión en que el auditor debería renunciar. Esto le cae como anillo al dedo a López Obrador porque será él, con su mayoría en la cámara, quien seleccionará al nuevo auditor en caso de renuncia. El auditor actual fue elegido con la anuencia de Morena como parte de negociaciones con otros partidos. Si el auditor se escoge hoy Morena no tendrá ni que negociar.

Es decir, la 4T manipuló a la oposición para que éstos terminaran clamando por lo que el gobierno federal más quiere: un auditor verdaderamente a modo.

Y así fue como, una vez más, la 4T demostró que en este país nadie, pero nadie, sabe hacer política con más colmillo que López Obrador.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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