A ello, se suma el aumento en desapariciones y la lucha territorial entre grupos del crimen organizado, principalmente el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, considerados los más poderosos del país.
Analistas consultados por Expansión Política explican que Harfuch asumirá el control de una dependencia debilitada. A seis años de ser "revivida", ahora la SSP está a punto de quedarse sin su principal cuerpo de seguridad: la Guardia Nacional , la cual ha sido propuesta para ser trasladada, en definitiva, a la Secretaría de la Defensa Nacional, lo que le dejará poco margen de maniobra ante crisis de inseguridad.
“La gran incógnita va a ser cómo será el desempeño de alguien que tiene trayectoria en el ámbito policíaco desde el ámbito civil, con todo el contexto al cual se quiere sembrar la Guardia Nacional en la Secretaría de la Defensa Nacional”, cuestiona Jorge Lara, analista en temas de seguridad.
Aunque para algunos ya se esperaba el nombramiento de García Harfuch al frente de la Secretaría de Seguridad, su anuncio también lo interpretan como una muestra de autonomía de Sheinbaum con López Obrador.
Ernesto López Portillo, fundador y director Ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde) y coordinador del programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero, explica que puede haber tensiones por el nombramiento de García Harfuch debido a que al frente de la SSP, a él le corresponde la política de seguridad pública.
"Entraremos en un reacomodo entre autoridades civiles y autoridades militares en el propio gobierno federal; reacomodo que muy probablemente estará muy lejos de nuestra mirada pública, con respecto a la correlación de poderes; es decir, será difícil responder a la pregunta respecto a las tensiones que podría generar este nombramiento derivadas de las resistencia por parte de la Sedena, habida cuenta que las atribuciones formales que tiene la Secretaría –a cargo de García Harfuch– lo ponen al frente de la política de seguridad pública", explica.
La designación de Omar García Harfuch puede leerse como la más importante demostración de autonomía política de la próxima presidenta frente al actual presidente"
Ernesto López Portillo, coordinador del programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero.
Lisa Sánchez, directora de México Unido Contra la Delincuencia (MUCD), señala que aunque Omar García Harfuch tiene una destacada carrera policial y resultados tangibles en la Ciudad de México, hay aspectos negativos que podrían dificultar su relación con el partido en el poder, con víctimas y organizaciones de la sociedad civil.
“Es un personaje que fue vinculado con Genaro García Luna , en el sexenio de Felipe Calderón, se le vinculó al caso Ayotzinapa por presuntamente estar presente en reuniones donde se fraguó la verdad histórica en el sexenio de Peña Nieto y es nieto e hijo de exmandos militares relacionados con con la matanza de 1968 y el halconazo de 1971”, afirma.
Los retos de García Harfuch
Al ser nombrado Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Harfuch destacó que sus prioridades incluyen la coordinación interinstitucional dentro del gabinete de seguridad, enfatizar la transición de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional y fortalecer el trabajo de inteligencia en las 32 entidades federativas.
“Trabajaremos en absoluta coordinación con los estados, con la Defensa y con la Marina. Fortaleceremos las capacidades de inteligencia e investigación del Estado mexicano, principalmente a través del Centro Nacional de Inteligencia, bajo la conducción de la Secretaría de Seguridad", dijo este jueves minutos después de ser presentado como secretario.
Para la presidenta de la organización Causa en Común, María Elena Morera, las primeras palabras de Harfuch son un buen mensaje, sin embargo, el acento está en cómo se logrará.
"En su discurso García Harfuch dijo de manera acertada que se fortalecerá a las policías estatales y fiscalías; y que se va priorizar la inteligencia y la investigación. Suena bien, pero esperemos que lo primero se vea reflejado en el presupuesto con un plan de fortalecimiento y lo segundo saber cómo lo piensa lograr: ¿se va transferir la Agencia de Investigación Criminal a la SSPC?, ¿se va construir una nueva policía federal de inteligencia e investigación?", cuestiona.
Víctor Hernández, especialista en seguridad nacional del Tecnológico de Monterrey, explica que García Harfuch asumirá el control de una dependencia que ha perdido fuerza en los últimos sexenios. Recuerda que durante la administración de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Seguridad Pública se transformó en la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), la cual fue absorbida por la Secretaría de Gobernación.
Agregó que en el gobierno de López Obrador, la Policía Federal fue desmantelada y la creación de la Guardia Nacional dejó a la Secretaría de Seguridad sin poder sobre esta corporación. Lo anterior limita la capacidad de Harfuch en respuesta ante crisis de seguridad, como el "culiacanazo" o ataques del crimen organizado.
“¿Qué es lo que le queda? Le queda el Servicio de Protección Federal, que son unos cuantos miles de elementos que hacen labores de resguardo de edificios y de escoltas. Le queda la Coordinación Nacional Antisecuestros, que son como 200 vacantes en el presupuesto de la Federación. En realidad, aunque él va a ser el rostro de la seguridad, él no tiene forma de incidir en la estrategia”, resaltó.
En la recta final de su gobierno, el presidente López Obrador envió una iniciativa para concretar el traslado de la Guardia Nacional a la Sedena, una propuesta que ha abrazado la virtual presidenta electa y la cual puede ser aprobada antes de finalizar este año.
Para Jorge Lara, analista en seguridad, uno de los temas urgentes para la próxima administración federal es tratar de definir el destino de la Guardia Nacional, institución que ha quedado a la deriva tanto en estrategia, herramientas, facultades y mando, ya que de ello dependen muchos de los próximos resultados a futuro.
“El reto es la prevención del delito, en todos sus aspectos, retomar la inteligencia policíaca del orden civil. Hay un enorme trabajo pendiente por hacer; fortalecer instituciones, reenfocarse a la atención ciudadana y además volver a poner a las víctimas en el centro de las prioridades y la transición de la Guardia Nacional”, afirmó en entrevista.
En tanto que Lisa Sánchez de MUCD, considera que desde la presentación de sus propuestas en materia de seguridad en campaña, así como sus posturas sobre la Guardia Nacional, Claudia Sheinbaum deja claro que no realizará un viraje en la estrategia actual y presupone un mayor coordinación interinstitucional.
“Creo que la estrategia –como se tiene planteada de tener una Guardia (Nacional) dentro de la Sedena– se convertiría en una fuerza armada y esto profundizaría la militarización en el país. Creo que la política de seguridad dependerá también de los nombramientos que faltan como los titulares de Sedena y Marina”, apunta.