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Lourdes Mendoza: "la FGR no puede mantener dos narrativas en el caso Lozoya"

La periodista quien tomó la foto al exdirector de Pemex en el restaurante Hunan señala que con esa imagen quedó en evidencia el pacto que tenía con la Fiscalía y que lo mantenían confiado.
mar 03 enero 2023 11:59 PM
Emilio Lozoya por Lourdes Mendoza
La periodista que le tomó la foto a Lozoya explica el momento actual del juicio contra Lozoya.

La Fiscalía General de la República (FGR) se encuentra en un impasse en el caso de Emilio Lozoya Austin , considera Lourdes Mendoza, la periodista que le tomó la fotografía en el Hunan de Las Lomas de Chapultepec que causó una gran polémica.

En entrevista con Expansión Política por su libro "Con la frente en alto: testimonio contra la impunidad", la columnista considera que para poder procesar a Lozoya Austin, la Fiscalía tendría que dejar de perseguir a otros acusados como el exsenador panista Jorge Luis Lavalle; el exdirector de Pemex, Carlos Alberto Treviño e incluso al excandidato presidencial Ricardo Anaya.

“Si acusas legalmente a Lozoya, tienes que dejar libres a estos, porque no puedes mantener las dos narrativas”, explica.

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Asegura que desde la FGR, se ha señalado a Lozoya de cometer actos de corrupción, pero –por otro lado– se le ha dado peso a las acusaciones que él ha hecho contra 17 personas , es decir, no se le considera culpable, sino una persona que puede colaborar y aportar datos para investigar a otros por el delito de corrupción.

“Si empiezas el juicio a Emilio Lozoya Austin, entonces, tienes que dejar de perseguir a Jorge Luis Lavalle –aunque a Lavalle lo tuviste un año cinco meses en la cárcel sin una prueba, le cambiaste nada más la medida cautelar, lo sacaste de la cárcel y lo dejaste en su casa con brazalete–, le tendrías que cerrar la carpeta de investigación; al último director general de Pemex, a (Carlos Alberto) Treviño, no nada más le abrieron orden de aprehensión, sino tiene ficha roja de Interpol, porque lo querían meter a la cárcel a Almoloya… Y el caso de (Ricardo) Anaya, en la última audiencia, Anaya no se presenta, pero no le giran orden de aprehensión; entonces, lo que he estado investigando con los abogados es que pareciera que la Fiscalía lo tiene como en un stand by: ‘tú te acercas a México y yo te giro orden de aprehensión’”, explica.

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Resalta que lo más probable que el caso siga alargándose en este 2023 porque la Fiscalía seguirá manejando esas dos posiciones ya que eso le permite tener como acusados a ambas partes, es decir, a Lozoya y a los que él señala.

“Por un lado, la FGR el 3 de enero del 2022, lo acusó solo a él y a su familia de ser los únicos beneficiarios del dinero de Odebrecht, ésa es una narrativa. Por otro lado, tienes un grupo de gente que supuestamente recibió los sobornos del dinero que Emilio Lozoya dijo tener. Entonces, cómo dar vida a estas dos narrativas”, resalta, la periodista quien fue denunciada por Lozoya de haber recibido una bolsa Chanel como soborno, por lo que Mendoza lo denunció por daño moral y lleva ganado un primer round.

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Mendoza considera que si Lozoya se mantiene en la cárcel no es por las pesquisas de la FGR, sino porque él mismo no ha entregado las pruebas de sus dichos respecto a que él siguió las órdenes de otras personas para realizar las acciones por las que hoy se le acusa.

“Emilio Lozoya Austin en algún momento va a tener que salir de la cárcel, pero no lo va a hacer por haber entregado las pruebas de su ‘denuncia maldita’. Apuesto una y dos manos, eso no hay manera porque si no ya lo hubiera hecho”, señala.

Lozoya es señalado por haber recibido, presuntamente, 10.5 millones de dólares de Odebrecht y por la compra de una planta de fertilizantes Agro Nitrogenados , y la cual era considerada como “chatarra”, hechos por los que fue acusado de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa y por los que se encuentra bajo prisión preventiva en el Reclusorio Norte.

Las audiencias en su contra se reanudan este martes 3 de enero y el próximo día 17: en éstas se espera que se defina si se suspenden los procesos penales o se le vincula a proceso. Estas nuevas fechas se derivan de las resoluciones de los días 4 y 7 de noviembre pasados, en los que la jueza Verónica Gutiérrez Fuentes difirió ambas audiencias.

Para la periodista, este martes podría iniciarse la ruta hacia dos escenarios:

“¿Qué puede seguir? Hay dos cosas: que cumpla una condena o que logre un acuerdo con la Fiscalía y que diga ‘bueno, sí soy culpable’, y le hagan una reducción de los años que le pidieron de cárcel (39 años)”, explica.

La columnista de Expansión Política, recuerda que desde que Lozoya llegó a México el 17 de julio del 2020, la FGR le dio facilidades: primero, arribó al país a bordo de un avión enviado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador; segundo, le ayudó para que no apareciera ante la prensa en el hangar de la Fiscalía y, tercero, se le trasladó a un hospital por una supuesta mala situación de salud.

“Hay que acordarnos; él ya se había escapado; a él lo agarraron en España y viene a México no extraditado, sino a colaborar con la Fiscalía, con el gobierno, para armar todo este 'show', pero llega sin tener ninguna prueba de nada de lo que ha dicho, porque si tuviera las pruebas, después de esa foto, en ese momento las hubiera dado y no se habría quedado en la cárcel”, valora.

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Una imagen dice más...

¿Cómo fue tomar la foto en el Hunan y qué pasó en ese momento?
Le tomé la foto, le tomé cuatro fotos y, al final, cuando él grita ‘camarero’, es que yo le digo: ‘no estás arraigado, traes brazalete’, que es (la razón) de por qué no se había presentado en la confesional de mi demanda. Entonces, acto seguido me di la vuelta y me salí; sí, temblando; sí, con mucho miedo de que llegaran los guaruras de Doris Beckmann a quitarme el celular. Inmediatamente, me puse en contacto con mis abogados… Increíblemente, de ese enojo que tenía, pasé inmediatamente, o casi inmediatamente, a una sorpresa nunca antes vista: cuando logro subir el tweet con las fotos… me entero que en redes sociales la 4T sale a negar la foto, a decir que era una foto antigua.

¿Cuándo te diste cuenta de las repercusiones de la foto?
Fue hasta el día siguiente, hasta el domingo, que me doy cuenta de lo que está sucediendo, de la bomba en lo que se había convertido el tema de Lozoya y de la foto y de cómo yo era tema de escarnio. Ahí empecé a sentir nuevamente miedo, pero era un miedo que tenía en el subconsciente: '¿Qué va a pasar el lunes? ¿cómo me van a presentar el lunes en la mañanera?, ¿voy a salir como una delincuente que ataca al niño héroe?, ¿qué va a suceder?'. No sabes qué momentos de angustia y de ansiedad, de no poder dormir, de que te cueste respirar porque no sabes a qué te vas a enfrentar.

¿Tu fotografía reactivó el proceso en contra de Lozoya?
Sí, sin lugar a dudas y no nada más lo puedo pensar yo. La Fiscalía, la Unidad de Inteligencia Financiera y Petróleos Mexicanos piden, por la foto, que se le cambie la medida cautelar y ahora sí se quede en prisión preventiva justificada.

¿Qué pensaste cuando las autoridades retomaron el caso tras la foto?
El lunes que el presidente dice ‘si bien no fue ilegal, sí fue inmoral’, ahí me descansó el alma, sin lugar a dudas. Y ahí dicen que se va hasta el 3 de noviembre la siguiente audiencia para que presente pruebas. Cada vez que le amplían el plazo de entregar pruebas, Javier Coello, su primer abogado, dijo claramente: ‘No tiene prueba alguna, yo por eso dejé de ser su abogado’. Y después de escuchar las grabaciones entre el Fiscal y su papá entendemos que no y por eso está en la cárcel, porque no tiene una sola prueba.

¿Es posible que cambien la narrativa para destrabar el proceso contra Lozoya?
No se pueden cambiar de narrativa, porque (Lozoya) ya hizo la denuncia; con la denuncia le abriste carpetas de investigación a (Carlos Alberto) Treviño y a Jorge Luis Lavalle... Lo que hizo Emilio Lozoya Austin, junto con su papá, fue venderle espejitos a la Fiscalía, que la Fiscalía le compró, al igual que la 4T y ahora ya no saben cómo salir de este embrollo.

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