El fallo se da en primera instancia, por eso Mendoza se refiere al primer round, pues los casos por daño moral tienen tres instancias; es decir, Lozoya todavía tiene posibilidad de impugnar.
"Seguramente (los abogados de Lozoya) se van a inconformar y van a presentar una impugnación de esta demanda (...) Lo cierto es que la sentencia del juez es clarísima: Lozoya no pudo probar sus dichos y yo sí, pude probar que la tienda donde dijo que me fueron a comprar una bolsa no existía. La fiscalía también ya le probó que el único beneficiario del dinero de Odebrecht era él y su familia", explica.
Lourdes Mendoza considera que con esta victoria se da paso a otra denuncia que presentó contra Emilio Lozoya por hacer declaraciones falsas ante una autoridad, un delito que se castiga con cárcel. La FGR remitió esta demanda ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México (TSJ-CDMX), la cual acudió a ratificar hace 15 días.
Mendoza aclara que en este proceso no buscó una indemnización económica, sino limpiar su nombre, su dignidad y sentar un precedente sobre los casos en los que funcionarios demandan a periodistas o les causan daño moral.
"Pasaron por encima de mí, de mi presunción, de mi inocencia y de mis derechos humanos, yo no merecía el hashtag que me crearon en redes. Fui víctima no solo de difamación, sino además hubo violencia de género en mi contra", expresa.