Para todo mal, mezcal
De toda la parvada Lozoya, Gilda Susana –su hermana– ha impugnado el fallo de un juez federal que le negó el amparo contra una orden de aprehensión por su presunta responsabilidad en operaciones con recursos de procedencia ilícita que la involucran en el caso Agronitrogenados. De acuerdo con Gilda “el juez transgredió sus derechos humanos de audiencia y legalidad”.
No olvidemos que, según documentos de la PGR, ahora FGR, en 2012 se transfirieron 3 millones de dólares de la empresa Altos Hornos de México a una cuenta de la que es beneficiaria.
Vaya que esta familia tiene penas que llorar… Lo bueno es que mezcal le sobra. Pregúntele a Juan Lozoya, el tercero de los hermanos y conocido como “El Rey Mezcalero”. Juan recibió financiamiento público para promover dicha bebida en toodo el mundo. Y ahora, se dedica a expandir su negocio.
No cabe duda… ¡Qué bonita familia! ¡Salud!
El mandadero…
Mi demanda contra Lozoya por daño moral sigue su curso y justo la semana pasada (esto fue a inicios de julio), cerramos el periodo probatorio en el cual logré acreditar que la tienda, donde según él me habían comprado una bolsa Chanel entre 2013 y 2014, estaba cerrada. Sí, Chanel en Polanco cerró en el 2011.
Siendo cínica, fíjense en la historia: soy una periodista TAN importante que, en los tiempos de Enrique Peña Nieto, el vicepresidente del país en esos momentos, Luis Videgaray Caso, –el otro era Osorio Chong–, en lugar de mandarme auditorías para callarme (pues era el secretario de Hacienda), me mandaba comprar con el dinero de las maletas en efectivo de Odebrecht una bolsa de Chanel de una tienda que NO existía en Polanco y el mandadero era ni más ni menos que ¡Emilio Lozoya! ¿Cómo les quedó el ojo?
Y como la curiosidad mató al gato déjenme contarles que me tardé casi siete meses en notificarlo, pero finalmente lo pude hacer en la dirección de la casa de su papá, Lozoya Talman, el mismo que lo entregó a las autoridades y que Emilio se negó a ver mientras estaba en la cárcel en España, quesque por traidor.
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