Los expresidentes, los excandidatos...
Emilio Lozoya declaró que los sobornos de Odebrecht iniciaron durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) y concluyeron cuando las reformas estructurales de Peña Nieto fueron aprobadas en el Congreso de la Unión.
La denuncia dedica un apartado sobre el expresidente Calderón, en que incluye detalles de cómo supuestamente favoreció a Odebrecht mediante contratos que dañaban a Pemex y beneficiaban a la firma brasileña, en concreto desglosa que se vendía producto a la empresa brasileña con un precio menor del 25% al del mercado.
"Esta situación comenzó con el gobierno de Felipe Calderón y culminó con el mandato del presidente Enrique Peña, particularmente durante la negociación de la reforma energética. Durante ese lapso, el grupo o persona jurídica Odebrecht no sólo tuvo contratos y beneficios por parte del Estado mexicano, sino que además participó activamente junto con otras grandes empresa, influenciando la política energética del país, mediante la reforma energética", señala Lozoya en la denuncia.
Ante ello, el exmandatario panista señaló que el manejo “ilegal y mediático” del caso confirma que Lozoya, “con el chantaje de tener presa a su mamá” es usado por el presidente López Obrador como un “instrumento de venganza y persecución política”.
“No le interesa la justicia, sino el linchamiento, haciendo en mi caso acusaciones ridículas”, escribió en su cuenta de Twitter.
Sobre el expresidente, Carlos Salinas de Gortari, lo ubica como “cabildero de panistas”, asesor de José Antonio González Anaya, también exdirector de Pemex, y como cabildero de los proyectos de su hijo, entre los cuales se encontraba “pagarle a la empresa TRESE más de 15 millones de dólares porque PEMEX le había cancelado el contrato de una plataforma marítima”, y afirma que esa empresa no cumplió con el mantenimiento que debía darle a una plataforma, razón por la que fallecieron algunos trabajadores.
Otro nombre clave que figura en el documento es el de José Antonio Meade, quien fue secretario de Hacienda, de Desarrollo Social y de Relaciones Exteriores en el gobierno de Peña Nieto y que, de acuerdo con Lozoya, habría recibido 4 millones. El exfuncionario refirió que es acusado sin pruebas, y afirmó que ha notificado a las autoridades su localización en caso de ser necesario para contribuir a las indagatorias.
"Seré respetuoso de las investigaciones. Anticipé a la autoridad que estoy formalmente localizable. No habré de abonar a escándalos mediáticos", publicó en su cuenta de Twitter.
El sucesor de Lozoya, José Antonio González Anaya también se deslindó de la acusación de que recibió más de 4 millones de pesos por instrucciones de Videgaray. Tanto a él como a Meade se les acusa de haber recibido los recursos en sus domicilios, el 15 de septiembre de 2014.
En la declaración, que consta de 63 cuartillas, Lozoya señala que los entonces senadores del PAN "prácticamente lo extorsionaron" con hasta 50 millones de dólares para que votaran a favor de la reforma energética, dejando en claro que esto no se trató de una "negociación".
De acuerdo con el exfuncionario, en esos tiempos se le entregó el dinero en efectivo a Ernesto Cordero, Ricardo Anaya, Francisco Domínguez, José Luis Lavalle Maury, Salvador Vega Casillas y Francisco García Cabeza de Vaca.
También destaca que él recibía instrucciones de Luiz Videgaray, por lo que en diversas ocasiones recibió en su oficina a legisladores del PAN para acordar el precio de su voto.