La frase contrasta con el hecho de que en 2018, cuando llegó a la presidencia de la República, el 64% de la población en situación de pobreza extrema recibía algún apoyo social, cifra que bajó al 43% en 2020, de acuerdo con una análisis elaborado por el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig).
Viridiana Ríos, columnista de Expansión Política, señala que aunque el presupuesto aparenta que hay un gasto mayor, en realidad, hay desamparo para muchas familias en alta vulnerabilidad. “El problema es que el aumento en el gasto social esconde dos secretos que lo hacen ‘menos social’ de lo que aparenta”, publicó en una columna.
Para la especialista, esta política deja a muchas personas que viven en pobreza, completamente desprotegidas, incluso más de lo que estaban en el sexenio anterior, debido a que los programas sociales no están enfocados en los más pobres, sino en adultos mayores, trabajadores agrícolas o jóvenes con educación media superior o superior.
Además, mientras que en 2018, el 23% del presupuesto a programas sociales estaba dirigido al decil I (el 10% más pobre), en 2020 solo se destinó solo el 10% del presupuesto para ellos, en tanto que en 2018, los más ricos (decil X) se quedaban con el 2% del total, y en 2020 subió a 7%, según el Indesig.
Es decir que no solo los recursos de los programas sociales no están llegando a los hogares más pobres, sino que los de los deciles más ricos, reciben más apoyos, lo que – según expertos – propicia la desigualdad.
“Incrementó la cobertura de los programas sociales en los hogares más ricos. Con los cambios en la política social, la bolsa total de programas sociales aumentó en transferencias monetarias, pero aunque es mayor en este rubro llega menos a los pobres y llega más a los menos pobres”, señala Máximo Jaramillo-Molina, director general de Indesig.
El especialista abunda: "El objetivo de las políticas sociales justo debería ser disminuir la desigualdad, redistribuir los recursos. Es como si pusieran en fila a los 126 millones habitantes del país y la bolsa total se reparte por igual (…) estamos en una peor posición de disminuir la desigualdad".