En conferencia de prensa desde Baja California Sur, el presidente aseguró que no cambiará su política social, al insistir que para medir la pobreza no se toma en cuenta lo que su gobierno está destinando más recursos para apoyar a la gente.
López Obrador adjudicó el aumento de 3.8 millones de pobres en lo que va de su gobierno a la pandemia de COVID-19 y aseguró que, gracias a los apoyos gubernamentales de su administración, la situación cambiará al final de su sexenio.
“Es producto de la crisis sanitaria y de la crisis económica que le afectó mucho a ciertos sectores, afectó en general la economía, el año pasado se cayó 8.5%, saben desde cuándo no sucedía eso, desde 1930 del siglo pasado, casi 100 años que no se veía o se padecía una crisis así, entonces le pegó muy fuerte al sector turismo, y a otros sectores, comercio, restaurantes, el único sector que resistió fue el agropecuario, sector primario que incluso creció 2%, pero todos los demás se derrumbaron”, dijo.
El Ejecutivo argumentó que también tiene que ver con la forma en la que se mide la pobreza y comentó que “tiene otros datos”, pues aseguró que en su administración no se ha devaluado el peso y se aumentó el salario mínimo, aunado a todos los apoyos que se están destinando a adultos mayores, estudiantes, discapacitados, entre otros.
López Obrador consideró que esta situación está mejorando y “ya estamos en recuperación”, al grado que los pronósticos de crecimiento han aumentado. Detalló que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya modificó su pronóstico a 6.3%.
“Vamos saliendo adelante y también debe modificarse la forma de medición sobre bienestar no depender todo lo relacionado con el bienestar solo con indicadores económicos. Yo tengo mi manera de medir, tengo otros datos, veo datos macroeconómicos, hasta les podría presumir sobre resultados”, afirmó.
No se toma en cuenta, de que se cayó la economía por la pandemia como no sucedía en cerca de un siglo, y no toman en cuenta tampoco lo que se está destinando a apoyar a la gente.