La Estafa Maestra
A finales de 2017, Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad dieron a conocer una investigación, conocida como la Estafa Maestra, en la que se denunció que, mediante un esquema que utilizó 128 empresas fantasma y convenios con universidades, el gobierno de Peña desvió al menos 7,670 millones de pesos.
De esa cifra, al menos 3,400 millones fueron desviados de la Sedesol durante la gestión de Robles en la primera mitad del sexenio, en una estrategia que involucró a tres universidades, principalmente a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Posteriormente, la ASF reveló, en su primer informe de la cuenta pública en 2018, que 1,311 millones de pesos adicionales fueron desviados de la Sedesol y de la Sedatu durante la administración de Robles, por medio de transferencias a Monex y Ci Banco que después fueron dispersadas en cuentas de otros países.
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En el caso de la Sedesol, los desvíos se realizaron a través de convenios y contratos con la Radio y Televisión de Hidalgo, celebrados entre 2014 y 2015; mientras que, en la Sedatu, los contratos fueron con el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social entre julio y octubre de 2015.
Además de esos desvíos, en 2018 el diario Reforma publicó que 700 millones de pesos adicionales en efectivo fueron desviados de la Sedesol y Sedatu en un esquema de dispersión en el cual los servicios de seguridad Cometra, Panamericana y Tameme entregaron los recursos a domicilios en zonas marginadas en donde los propietarios, personas de escasos recursos, desconocieron la operación.
Ante esos señalamientos, Robles negó las acusaciones, pidió pruebas que sustentaran las acusaciones en su contra e incluso retó al medio a presentarse ante la PGR para aclarar la situación.
Esta semana, se reveló, a su vez, que tres exfuncionarios de la Sedesol y Sedatu declararon a la FGR que cuatro domicilios ubicados en Anzures y Polanco fueron utilizados por colaboradores del exoficial mayor, Emilio Zebadúa, para elaborar contratos, firmas y facturas falsas que se usaron para desviar al menos 2,800 millones de pesos de ambas dependencias.