Al mismo tiempo, el Congreso de la Unión sigue avanzando con la agenda del presidente, sin obstáculos al tener mayoría simple en ambas cámaras. Imponiendo múltiples reformas laborales, la Ley de Ingresos y seguramente el Presupuesto de Egresos.
La oposición ni las manos puede meter, a pesar de anuncios fantasiosos como la propuesta alternativa de presupuesto que hicieron Xóchitl Gálvez y el Frente.
Y a medida que sigue pasando el tiempo, pareciera que la opinocracia, algunos empresarios y quienes cayeron en el juego del presidente siguen pensando cómo hacer competitiva a la candidata del Frente, sin entender que su competitividad nunca existió.
Lo que no se ve por ningún lado es una discusión seria y estratégica sobre cómo quitarle la mayoría simple en Senado y Diputados a Morena y sus aliados; e incluso cómo evitar que vuelvan a tener mayoría calificada.
El presidente dejó muy claro, hace varios meses, que dará toda la pelea por recuperar los dos tercios requeridos para reformas constitucionales en 2024, para poder consolidar su llamada 4T.
Y ya incluso puso agenda al nuevo Congreso, anunciando que el 1 de septiembre que empiece el nuevo congreso, de recuperar la calificada, meterá otra vez su iniciativa constitucional para militarizar a la Guardia Nacional, para aprobarse fast track antes de entregar mando el 1 de octubre.
Ahora, Sheinbaum como excelente repetidora oficial que es, arenga esta consigna de recuperar la mayoría calificada para Morena en cada mítin y evento partidista que tiene.
Nuevamente, AMLO pone a la 4T varios pasos más delante de la oposición y el mal logrado Frente. Mientras ellos siguen confundidos por su proceso fallido, el presidente ya se frota las manos viendo cómo seguir acumulando el poder.
A estas alturas, debe quedar claro que, dada la decisión de imposición del Frente para su contendiente, pelear la Presidencia en 2024 es más que cuesta arriba. Elementos de análisis sobran, pero eso sería materia de otra columna.
Muchos opinadores andan confundidos, tratando de argumentar que la virtual candidata del Frente volverá a fortalecerse y con eso logrará un arrastre a nivel nacional para las candidaturas locales.
Nada más lejano de la realidad. Si bien una candidatura presidencial excepcional podría lograr ese fenómeno, estos casos son esporádicos y difícilmente se repiten en tan corto tiempo. El último caso es López Obrador en 2018; y Xóchitl está muy lejos de replicar algo así.
Lo que no entienden quienes supuestamente analizan la política y las elecciones es que las campañas generalmente se ganan de abajo para arriba. Y con eso se puede dar mucho mayor arrastre a la contienda presidencial.
Por eso es tan importante tener una ruta clara y estratégica de la oposición para recuperar curules y escaños que les permitan dejar a la 4T debajo de la mayoría simple por amplio margen. Lo peor que podría pasar es que la 4T se recupere en el Congreso además de ganar la Presidencia.