Lo que los sorprendidos deberían analizar es cómo, alguien con un amplísimo aparato comunicacional y el escaparate de la Mañanera, queda en empate técnico con alguien que no tiene eso. La respuesta es sencilla: trabajo político de base. Como lo vimos en las firmas.
Y finalmente las encuestas públicas, que no bolas de cristal. Como ejemplo la última de El Financiero, que tienen sus asegunes como todas, publicó careos de aspirantes del Frente versus de la 4T.
Contra Sheinbaum, aparentemente la mejor posicionada, Xóchitl tiene 36%, mientras que Beatriz 34%. Esto significa, otra vez, un empate técnico. A pesar de que mucho se ha manejado una gran diferencia entre ambas.
Con base en las malas interpretaciones de todos estos datos, muchos opinadores y comunicadores se han dado a la tarea de presionar por declinaciones de los aspirantes del Frente a favor de la que ellos creen, o quieren creer, que es la más competitiva. Parece que con Creel ya funcionó.
Dos errores básicos en esta presión: 1) no entender que la pelea no es entre los aspirantes del Frente sino de la oposición con la 4T; y 2) no entender que no es una persona la más competitiva, sino dos.
Hay un tercer error, que es asumir que, de manera automática, el declinar significará que los apoyos se irán directo a la persona favorita. Particularmente tratándose de apoyos partidistas.