En este contexto, ha subido como la espuma de cerveza la figura de Xóchitl Gálvez como salvadora de la oposición. Subida alimentada, principalmente, por el presidente; y por todos estos medios y opinólogos que de manera desesperada buscan quién los represente con ese discurso.
Lamentablemente, no parecen darse cuenta de la realidad. La subida de Xóchitl, aunque importante, es particularmente en círculos muy focalizados que no necesariamente reflejan al votante promedio. Es en las redes también, que no son espejo de quienes realmente salen a votar.
Pero, también, siguen argumentando que si el presidente se ha referido a ella diario es porque le teme, lo cual demuestra su nulo conocimiento sobre el presidente, a pesar de que llevamos ya cinco años del actual gobierno.
Si el presidente ha estado tan activo ante la “irrupción” de Xóchitl, es porque ella es el personaje opositor idóneo para su estrategia. Olvidan que el presidente es un estratega político electoral, y de los mejores que hay en México.
No es sólo bueno para comunicar, sino que usa la comunicación para fines muy bien pensados y estratégicos en sus objetivos.
En este contexto, el presidente encontró un gran instrumento en ella, que le permite estar presente todo el tiempo en la discusión electoral, sabedor de que a ella le encanta figurar, y que sus asesores creen que contestando todo el tiempo ganan, cuando sólo le hacen el juego al presidente.
El problema más grave es que, al impulsar medios y opinólogos a Xóchitl a la carrera presidencial, dejaron un flanco totalmente abierto en la CDMX, sin perfiles para dar la competencia contra la 4T. Sin entenderlo, le hacen el juego al propio presidente.
La CDMX es una plaza que tiene amplias posibilidades de ser arrebatada a la 4T en 2024, y el presidente lo sabe. Sería un golpe muy duro a su estrategia. Pero para ganarla, se requiere un perfil competitivo, que es justo lo que representaba Xóchitl.
Tenerla fuera de la jugada en CDMX significa mayores posibilidades para Morena de no perderla, ya que no hay más personajes competitivos. Mientras que, tenerla en la carrera presidencial genera mucho menos preocupación, por su falta de estructura nacional.
La carrera presidencial es muy difícil ganársela a Morena, simplemente por la estructura que ha construido el presidente, que no el partido. Mientras que en la CDMX, el voto es mucho más diverso, como se demostró en 2021, a pesar de los errores de la oposición.