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#LaSemanaResumida: Corrupción en Segalmex, el hoyo negro de la 4T

El caso Segalmex representa el mayor fraude de recursos públicos a nivel federal, donde predominan la negligencia, la corrupción y la opacidad, informa Enrique Hernández Alcázar.
vie 16 diciembre 2022 11:59 PM
#LaSemanaResumida: Corrupción en Segalmex

Pagos a empresas fachada.
Compra de insumos que nunca se repartieron y terminaron en el mercado negro.
Facturas que acreditan bienes que nadie encuentra.
Adquisición de acciones en la bolsa con dinero que debería ser solo para comprar alimentos.
Cobro de moches a cambio de contratos.
Y casi 13,000 millones de pesos (mdp) que no han sido devueltos.

Spoiler alert: No hablo de la corrupción neoliberal, ni de los gobiernos anteriores. Este escándalo, este cochinero, es del gobierno de AMLO. Del gobierno austero, de los que no son iguales.

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Esta semana, como casi todas las semanas, siguió brotando la pus de corrupción que emana de Segalmex, la Conasupo de la 4T. Y no es cosa menor, porque se trata del mayor fraude de recursos públicos al nivel federal donde predominan la negligencia, la corrupción y la opacidad.

Segalmex es el hoyo negro de la Cuarta Transformación, por el que se han ido cantidades obscenas de dinero.

La misión de ese organismo creado por AMLO y en el que nombró a Ignacio Ovalle, quien fuera titular de la Conasupo de Carlos Salinas de Gortari, es -presuntamente- apoyar a los más pobres.

Pero, por el bien de todos, primero la ordeña del erario.

Segalmex parece el Pemex de antes, un barril sin fondo de recursos. Los desvíos son tan grandes que, tan solo en los primeros dos años del gobierno, el monto supera al de cualquier otro fraude en los años recientes.

Y el presidente podrá decir misa, pero el caso de Segalmex comprueba que la corrupción y la impunidad permanecen en su gobierno.

Seguramente ni siquiera sabías que existía Segalmex, pero se ha vuelto muy popular por su cochinero, fraudes, abusos, malos manejos e incompetencia.

Todo ello provocó que el presidente lo bajara del puesto en abril pasado y, en su lugar, nombró a Leonel Cota, otro de sus viejos amigos, quien esta misma semana compareció ante legisladores y reconoció que en el fraude de Segalmex hay 30 empresas y 29 funcionarios involucrados y que están en curso 40 denuncias penales.

Y es que para “ganar” un contrato con Segalmex, las empresas tenían que pagar un moche del 2% del monto total de lo adjudicado. El dinero era transferido a cuentas de una empresa fachada constituida por mujeres a las que robaron su identidad.

Se calcula que, tan solo entre 2019 y 2020, los funcionarios implicados en este fraude obtuvieron ganancias ilegales superiores a los 200 mdp. Y solo es un ejemplo. Claro, la 4T le sigue echando la culpa al pasado. Y no al pasado neoliberal, sino al pasado de la propia 4T.

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El dato contundente lo arrojó la Auditoría Superior de la Federación: hay 12,964 mdp desaparecidos o mal manejados en Segalmex, Diconsa y Liconsa.

Casi 13,000 mdp, un monto que duplica a La Estafa Maestra, el megafraude del sexenio pasado.

Hoy, la Fiscalía General de la República acumula unas 25 carpetas de investigación en contra de la administración de Ignacio Ovalle en Segalmex. Sin embargo, Ovalle no solo no ha sido acusado ni procesado, ni siquiera fue suspendido como servidor público. Lo que hizo AMLO, fue cambiarlo de Segalmex a otro instituto federal de menor jerarquía en el que no ha dejado de cobrar ni una sola quincena, ni un solo peso.

La primera y única vez que el amigo del presidente fue citado a comparecer para dar explicaciones de este caso fue ante el Ministerio Público de la FGR, y a petición no de los fiscales, sino de la defensa de René Gavira, su director de finanzas y a quien sí se le han imputado cargos.

De hecho, los abogados de Gavira mostraron un documento donde Ovalle autorizó, por ejemplo, que se invirtieran 100 mdp de Segalmex para comprar ilegalmente acciones en la Bolsa de Valores. ¿Qué dijo Ovalle? Que no se acodaba que lo hubiera firmado. Es más: que ni siquiera recordaba si la firma en el documento su firma. Así quedó asentado en las actas judiciales, según lo confirmado por funcionarios ministeriales a este espacio.

Nadie tras las rejas. Nadie de altura citado a declarar. El Fiscal General poniendo trabas a las denuncias por corrupción. ¿Y el dinero, apá…? Simplemente no aparece.

* * *

Pero antes de que AMLO vuelva a sacar su pañuelito blanco…

LA BUENA: AMLO y Sheinbaum quieren a Bad Bunny en el Zócalo.

LA MALA: No les han devuelto sus entradas a los fans de Bad Bunny en el Azteca.

LA FEA: Ticketmaster sigue siendo ‘Ticketganster’.

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Para más videos de #LaSemanaResumida, consulta la sección video-política .

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Nota del editor: Las opiniones expresadas en esta columna y en el presente video solo representan a quien las expresa.

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