El personaje de hoy es, y sin temor a equivocarme, el INE.
Y déjenme decirles que la estrategia de la defensa de la democracia no puede estar basada en el conflicto con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dicho lo anterior, es mejor llevar a la práctica el dicho: “Cuando tienes la razón, ¡úsala!”.
Para los que todavía tengan dudas de ir a la marcha del próximo domingo habría que hacerles las siguientes preguntas:
1) ¿Quieres que la credencial de elector te la dé el gobierno o prefieres simplemente renovarla con el INE para evitar darle tus datos personales al Gobierno?
2) ¿Quieres que el INE lo manejen políticos cercanos al gobierno que hagan campañas o mejor que sigan siendo ciudadanos independientes?
3) ¿Quieres que las elecciones locales de tu alcalde y tu gobernador se manejen desde la Ciudad de México?
4) ¿Quieres que los Senadores y los Diputados sean escogidos por los partidos políticos o prefieras que cada persona pueda votar por la persona que quiere?
5) ¿Quieres que se le permita al gobierno en el poder hacer campaña política poniendo en riesgo la independencia y transparencia de las elecciones?
Pero además, déjenme decirles que también se puede defender al INE sin necesidad de entrar en la discusión presupuestal, ya que la propuesta de reforma constitucional tiene muchas otras implicaciones.
Los ciudadanos que vamos a marchar el domingo 13 de noviembre lo haremos para defender la democracia, pues:
1) Queremos que la credencial de elector la podamos renovar con el INE para así evitar tener que darle al gobierno todos nuestros datos personales y que luego nos puedan exigir votar por ellos.
2) Defendemos que el INE lo maneje un grupo plural de ciudadanos con buena reputación y no queremos que cambie la Constitución para que el instituto caiga en manos de políticos que se dediquen a hacer campaña para luego seguir las instrucciones del gobierno sin ninguna independencia.
3) Buscamos que las elecciones locales de nuestro alcalde y nuestro gobernador NO se manejen desde la Ciudad de México. Ceder las elecciones a un ente federal implicaría dañar la forma como nuestra nación fue fundada con estados soberanos y municipios libres.
4) Entendemos que si todos los senadores y los diputados son escogidos por sus partidos políticos y ordenados en una lista, los personajes que sean electos no van a necesitar rendirle cuentas a la gente. Y que si se cambia la Constitución para eliminar las candidaturas a elecciones directas, en las que cada uno de nosotros pueda votar por la persona que mejor nos puede representar en el Poder Legislativo, se perderá el interés de los legisladores por mejorar nuestras leyes y de actuar como poder independiente del Gobierno.
5) Recordamos lo que pasaba en el pasado cuando el gobierno podía hacer campaña política a favor de sus candidatos y por ello pensamos que cambiar la Constitución pone en riesgo la independencia de las elecciones y facilitaría llevar a cabo fraudes electorales.
Así de claro.
Yo defendiendo al INE, ¿y tú?
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