Como si el presidente viviera en otra dimensión y de manera cínica, olvida que, en los últimos cuatro años, la situación en seguridad es trágica. Van 130,000 homicidios dolosos en el sexenio y, de seguir así, será el sexenio más violento en la historia y podría llegar a los 200,000.
La realidad es mucho más difícil para las mujeres, las violaciones han aumentado un 23% entre 2018 y 2021 y los feminicidios un 10% en el mismo periodo. Digámoslo claro, nunca había sido tan peligroso ser mujer en México. Y bueno, uno esperaría que habría un poco más de empatía con el gremio periodístico, pues la misma Rosa Icela es periodista de profesión y, bueno, la flamante secretaria ha guardado silencio de los 55 periodistas asesinados que van en el sexenio, se ha sumado a la campaña del presidente y los ha minimizado.
Por esto, el presidente, fiel a su estilo, sale a defender y cobijar a una mujer que ha demostrado su incapacidad y que su mayor hazaña es ser su incondicional. Y Rosa Icela, cuyos cargos más bien se han tratado de encargos.
Durante la jefatura de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, fue directora general de Participación Ciudadana y directora general de Concertación Política y Atención Social y Ciudadana; de 2009 a 2012 fue directora general del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores.
Fue secretaria de Gobierno de la Ciudad de México en la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, del 5 de diciembre de 2018 al 26 de julio de 2020, y de ahí saltó a ser coordinadora general de Puertos y Marina Mercante, dentro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y luego aterrizó en Seguridad.