En Acapulco, el pasado 20 de Julio, López Obrador aseguró que su gobierno no realiza espionaje alguno contra ciudadanos, una frase que podría ser alentadora, sin embargo, el talante de López contra los medios masivos ha sido de enfrentamiento directo, donde reporteros y trabajadores de algunos periódicos, que el presidente repudia, han sido amenazados y constantemente ofendidos en redes sociales.
El espionaje a los medios de comunicación debe de ser condenado enérgicamente por la sociedad mexicana.
Hace apenas unos días el periodista y locutor michoacano, Abraham Mendoza, fue asesinado a balazos este lunes por un grupo de hombres que lo atacó cuando conducía su vehículo. Es un número más, de la larga lista.
Cuando a López Obrador se le cuestionó hace uno días por parte de un reportero en una de las mañaneras, que en la nación siguen asesinando periodistas y que muchos temen criticarlo porque reciben amenazas, la impresionante respuesta del ejecutivo fue: “No, no, no, porque ellos también viven de eso, les es negocio atacarme. Reciben recursos por esa línea editorial, por atacarnos, serían muy difícil que no nos atacaran porque entonces no tendrían ingresos. No generalizo pero muchos reciben dinero de nuestros adversarios, y hasta del gobierno de EU”.
Que se llegue hasta el meollo del asunto en cuanto al tema de Pegasus, que caigan quienes tengan que caer por amedrentar la paz social y la libertad de expresión. Pero también que esta situación nos ayude un poco a todos, para tomar la decisión de ponernos del lado de quienes buscan la verdad y no la pleitesía a uno u otro gobierno.
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