Peor aún, la puntera para la candidatura es la Alcaldesa de Escobedo, quien renunció al PRI hace unos meses para coquetear con Morena. Parece ir bien, pues se concretó la alianza de Morena con el Verde en el estado.
Lamentablemente, son más las dudas sobre ella que las esperanzas. Su matrimonio con uno de los personajes más turbios y cuestionados del estado, aún priista, que además ha dicho que por ella solo votan por ser su esposa, deja ver el desastre que sería para el estado que ella (o él) gobernara.
Finalmente, Movimiento Ciudadano va avanzando de manera importante. Sin embargo, el puntero Senador Samuel García ha hecho todo por perder prestigio. Y la posible opción, Luis Donaldo Colosio hijo, es aún demasiado verde para llegar a la gubernatura.
La semana pasada pareció confirmarse que Nuevo León está condenado a un sexenio más de descomposición; de lentamente depredar lo que por décadas fue el estado ejemplo de México.
Es claro que lo que pasó con el PRI, PAN y PRD allá, se replicará en varias entidades, decimando esta intentona por caminar todos juntos contra Morena que, por su lado, sigue en pleitos internos y divisiones, perdiendo espacios y competitividad solitos.
Un estado ejemplar como Nuevo León, con el mejor empresariado y el sector social más organizado del país, no ha logrado corregir a su propia clase política. Un muy mal augurio.
Nuevo León ha sido un estado premonitorio en cuanto a las dinámicas electorales del país. Esperemos que el caos en el que hoy viven no sea señal de lo que viene a nivel nacional en 2021.
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