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#LaEstampa | La corrupción es el modus operandi

La oportunidad sigue estando ahí si es que el presidente quiere tomarla: demostrar que en México es posible llevar un proceso judicial en la arena de la ley.
jue 20 agosto 2020 11:59 PM
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Imágenes del video que circuló esta semana sobre presuntos sobornos en el Senado.

No hay manera de disculpar ni justificar las imágenes que circulan en el video que se ha filtrado en los últimos días alrededor del caso Lozoya. Lo que ahí se ve, o lo que creemos que ahí se ve, es absolutamente inadmisible en un país que aspira a erradicar la corrupción y la impunidad.

Tampoco hay manera de justificar lo que en su declaración revela el propio Lozoya. Son 60 hojas tan inadmisibles como las imágenes del video.

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Ahora, la prioridad para el gobierno debe ser hacer valer la ley plenamente.

No es la primera vez que los mexicanos vemos imágenes inadmisibles o leemos confesiones y denuncias injustificables. Muy pocos podrían aventar la primera piedra y decirse completamente limpios, ya sea en lo personal o en su círculo de colaboradores.

Andrés Manuel López Obrador ha tenido razón: la corrupción es el modus operandi del sistema político mexicano.

Lo ha sido siempre y de manera casi universal.

Pero precisamente por eso es que el gobierno no puede darse el lujo de politizar más las muy serias imputaciones que ha hecho Emilio Lozoya.

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Porque si las imágenes de fajos de billetes y la denuncia por escrito de Lozoya resultan injustificables e intolerables, el uso político de un caso que pertenece exclusivamente al ejercicio de la justicia es igualmente reprobable y peligroso.

Es evidente que el presidente de México ha decidido utilizar la caja de Pandora que le ha ofrecido Lozoya para beneficio del propio López Obrador y de su partido rumbo a las elecciones del año siguiente.

Eso no está a discusión porque está a la vista de todos.

Pero no por ser tan evidente deja de ser reprobable.

Y tampoco porque el caso sea aberrante tiene derecho el presidente a cabildear a la opinión pública mediante rumores, filtraciones y linchamientos en los espacios de comunicación que domina López Obrador.

La oportunidad sigue estando ahí si es que el presidente quiere tomarla: demostrar que en México es posible llevar un proceso judicial en la arena de la ley antes que en la de la propaganda política.

No es una prueba menor. Si la supera, habrá ganado mucho. Si no, demostrará que es uno más. Igual que muchos otros.

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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