Ken Salazar deja México alejado de Sheinbaum y por la puerta de atrás

Salazar llegó en septiembre de 2021 y, desde sus primeros minutos en territorio mexicano, manifestó su intención de trabajar por la prosperidad de ambos países.

"He llegado aquí para trabajar con el pueblo de México y de Estados Unidos para asegurar un próspero tiempo en adelante”, dijo el 11 de septiembre de 2021.

Pronto, Salazar se hizo cercano al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Una o dos veces al mes, el embajador visitaba Palacio Nacional para reunirse con el titular del Ejecutivo federal para tocar temas de la agenda bilateral. No había intermediarios. Entraba y salía con confianza.

Esa cercanía incluso causó incomodidad en la propia administración de Joe Biden. El diario The New York Times publicó que había preocupación de ésta, porque se podían poner en riesgo los intereses del gobierno de Estados Unidos.

“Al interior del gobierno hay una preocupación creciente de que, en el proceso de acercamiento, el embajador haya arriesgado los intereses estadounidenses y no haya usado la relación para avanzar las políticas cuando Biden más lo necesita", reportó el diario el 5 de julio del 2022.

El encargo de Salazar, se aseguró, era "evitar conflictos con un líder mexicano volátil que tiene el poder de afectar el futuro político de Biden al negarse a contener la migración".

Pero Salazar no sólo acudía a Palacio Nacional a los encuentros uno a uno con López Obrador, también era frecuente invitado del entonces presidente a celebraciones, festividades, inauguración de obras y algunos eventos sobre todo en el sur-sureste del país.

La distancia

Pero la luna de miel terminó y vino la distancia. Temas como la Reforma Energética, la Reforma Judicial y la detención del capo Ismael “El Mayo” Zambada propiciaron desencuentros entre Ken Salazar y el gobierno de López Obrador.

El embajador de Estados Unidos en México comenzó a ser más crítico con las decisiones de la administración morenista y, en Palacio Nacional, no gustó.

Una de esas declaraciones, incluso, sugirió que estaba en riesgo la relación bilateral: ''Creo, en mi opinión, que el debate sobre la elección directa de jueces, así como la política feroz si se aprueban las elecciones de jueces en el 2025 y 2027, amenazan la relación histórica comercial que hemos construido", dijo Salazar el 22 de agosto pasado el funcionario estadounidense.

Esas diferencias causaron que el gobierno de México enviara una nota diplomática a Estados Unidos para manifestar su desacuerdo en los dichos de Ken Salazar, como sucedió con las críticas del político demócrata a la iniciativa de Reforma Energética, mismas que provocaron que López Obrador pusiera una "pausa a la relación" con el embajador.

“La relación continúa pero ojalá haya de parte de ellos una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México, de la soberanía de nuestro país. Mientras no haya eso y sigan con esa política hay pausa con la embajada”, sostuvo.

Embajador "consecuente"

Para Carlos Ramírez, socio director de Integralia Consultores, Ken Salazar fue un embajador “consecuente” con López Obrador que tardó en reaccionar, pese a que reformas del llamado "Plan C" afectaban algunos intereses norteamericanos.

“Ya muy tarde hubo una reacción de Salazar en el sentido de que la reforma al Poder Judicial era era muy peligrosa”, comentó.

Para la politóloga Verónica Ortiz-Ortega la relación entre Ken Salazar y Andrés Manuel López Obrador fue cercana, ya que el embajador creyó, dijo, que su misión era estar lo más próximo al exmandatario federal para anticipar sus movimientos con relación a Estados Unidos.

“Ha sido uno de los embajadores más polémicos. En cuanto su relación con el gobierno mexicano, Ken Salazar intento abordar la gestión de López Obrador con una cercanía personal; entendió la idea de poder lidiar con un líder populista, pero que al mismo tiempo manifestaba querer seguir cercano y en buenos términos con Estados Unidos”, dijo.

Tensión, por tema la frontera y seguridad

Uno de los capítulos que acentuó las diferencias entre México y Estados Unidos fue el operativo mediante el cual esa nación realizó una de las capturas más importantes para el gobierno de Biden: la de Ismael "El Mayo" Zambada.

Mientras en el discurso se hablaba de cooperación y colaboración, en los hechos prevalecía la desconfianza.

"Claramente las autoridades norteamericanas, sin acercarse a las autoridades mexicanas, llevaron a cabo esta operación ¿Por qué no se acercaron con las autoridades mexicanas? Porque no tenían confianza, porque López Obrador había cerrado la colaboración con las agencias norteamericanas", dijo Carlos Ramírez.

México pidió un reporte con los detalles de uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, primero en voz de López Obrador y luego de Sheinbaum, sin embargo, a casi seis meses de la detención, esa petición sigue sin respuesta.

Ya conocidos los resultados de la jornada electoral de noviembre y que no habría continuidad del Partido Demócrata, Ken Salazar hizo una de las criticas más fuertes al gobierno mexicano: a la estrategia de seguridad.

“La estrategia de ‘abrazos, no balazos’ no funciona”, "La austeridad republicana puede dejar la seguridad peor de lo que está”, “México no es seguro”, “El pueblo de México no debe vivir con miedo”, fueron algunas de las frases con las que el estadounidense criticó los resultados de la administración obradorista.

Para José María Ramos, especialista en relaciones México-EU del Colegio de la Frontera Norte, el cambio de narrativa de Ken Salazar se debió a las criticas que hizo Donald Trump a Joe Biden sobre que no "estaba haciendo nada (en seguridad) y tenía un desastre en la frontera”.

Distancia con Sheinbaum

La llegada del nuevo gobierno en México no recompuso la relación entre el representante del Gobierno de EU, al contrario, la distancia se amplió.

Días después de asumir como presidenta, Claudia Sheinbaum informó que se mantendría la comunicación con Salazar, pero no de forma directa, sino a través del secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente.

“A veces el embajador acostumbra llamar a un secretario, otro secretario, otro secretario. Entonces ahora le dijimos: 'Bueno, si quiere tocar algún tema relacionado con Secretaría de Energía porque hay empresarios estadounidenses interesados en invertir y quieren saber la disponibilidad, pues a través de la Cancillería'”, informó la presidenta el 11 de octubre pasado.

Salazar regresó a Palacio en octubre 15, pero no lo hizo para reunirse con la presidenta. Fue uno de los participantes de la Cumbre de Alto Nivel entre líderes y empresarios de México y Estados Unidos; en aquella visita se le vio al diplomático incómodo ante los cuestionamientos de los medios de comunicación sobre su regreso a la sede del Poder Ejecutivo.

Durante los tres primeros meses del nuevo sexenio, Ken Salazar no se ha reunido en privado con la presidenta Claudia Sheinbaum. Toda la comunicación y coordinación ha sido vía el canciller De la Fuente. Por ese canal, el embajador ha hecho propuestas al gobierno mexicano.

"Hemos tenido comunicación, ideas que yo les paso a ellos, con Juan Ramón de la Fuente y otros, y seguirá", dijo este 6 de enero.

Salazar dejará el país este martes, luego de que ayer encabezó su última conferencia de prensa, en la que aprovechó para hacer una rifa de sus sombreros, ofrecer una Rosca de Reyes y mostrar fotografías de su paso por la representación diplomática.

¿Quién se encargará de la embajada?

Mientras Ronald Johnson, el embajador propuesto por Donald Trump, llega a México, será Mark Johnson, quien se quedará a cargo de la embajada.

Johnson es miembro de carrera del Servicio Exterior, con rango de ministro consejero. En julio de 2023 fue designado como Jefe de Misión Adjunto en la Ciudad de México.

De 2021 a 2023, fue secretario Ejecutivo Adjunto en la oficina del Secretario de Estado,y ha sido portavoz de la Embajada de los Estados Unidos en la Ciudad de México.

Llega especialista en inteligencia

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió al experto en temas de inteligencia y exembajador estadounidense en El Salvador, Ronald D. Johnson, como embajador en México.

“Ron trabajará en estrecha colaboración con nuestro gran candidato a Secretario de Estado, Marco Rubio, para promover la seguridad y la prosperidad de nuestra nación a través de políticas exteriores sólidas que prioricen el tema de Estados Unidos”, posteó Trump en diciembre pasado, al anunciar la designación.

Johnson, considerado de "mano dura", fue embajador en El Salvador de 2019 a 2021 y acumuló más de de 20 años de experiencia en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).

Pasó la mayoría de su carrera militar en el área de responsabilidad del Comando Sur de Estados Unidos, la cual abarca 33 países, todos ellos ubicados en el Caribe, Centroamérica y Sudamérica. Por su área de trabajo, Johnson habla español fluido.

Dirigió operaciones de combate en El Salvador durante la guerra civil de la década de 1980. En la década siguiente fungió como oficial militar superior de un equipo integrado por personal de la CIA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) y la Unidad de Misiones Especiales para detener a personas acusadas de crímenes de guerra en los Balcanes.

Entre 2006 y 2017 fue asesor del Comando de Operaciones Especiales del Comando Sur, desde donde compartió información con el Departamento de Estado, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, entre otras dependencias.

“Es un acto totalmente diferente al planteamiento de Ken Salazar. Es una persona que estuvo en El Salvador y ahí planteó una agenda, que México tiene que revisar, a favor de la seguridad, del combate de los grupos delictivos y los resultados están a la vista e incluso se reeligió el presidente Nayib Bukele”, declaró el experto José María Ramos sobre el embajador propuesto por Trump.