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Popularidad de “corcholatas” despegará en 2023, pero AMLO mantendrá el control

Politólogos resaltan que el crecimiento mediático de los presidenciables no será tan cómodo para el presidente, pero seguirá teniendo el control de la agenda pública.
mar 17 enero 2023 11:59 PM
Marcelo Ebrard mostró una selfie con Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López durante la marcha por el cuarto aniversario del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Adán Augusto López ya se encuentra en el tercer sitio en las encuestas que miden las preferencias entre morenistas.

La popularidad de las “corcholatas”, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, tomará fuerza este año, sin embargo, la aprobación e imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador no se “apagarán” como sucedió con otros expresidentes; lo anterior, incluso, a pesar del desgaste por el ejercicio de gobierno de la llamada "Cuarta Transformación".

“No le van a quitar reflectores, contrario a los casos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, López Obrador es un gran activo para su sucesor. No solo es un activo que no estorba, y no quita votos, al contrario, da votos”, afirma Javier Rosiles, profesor-investigador de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán.

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En los últimos 22 años, López Obrador ha formado parte de la opinión pública. Ya sea como aspirante a la gubernatura de Tabasco, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), como jefe de Gobierno, tres veces como candidato presidencial y cuatro años como presidente, su nombre se ha mantenido en los noticiarios, en la prensa y ahora en las redes sociales.

Así, acostumbrado a los reflectores, a poner agenda y a ser el político que mueve masas, el presidente tendrá que compartir su espacio con los aspirantes y a finales de este 2023 con él o la elegida para ser el candidato de Morena.

Pero de acuerdo con analistas, ni la la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López o el senador, Ricardo Monreal, lo opacará, pues si bien le quitarán espacios, no se prevé un ocaso para el presidente.

“Generalmente los presidentes llegan muy debilitados, si bien aún falta tiempo para la elección presidencial, él será un gran activo para quien sea el ungido, el que decida Morena que sea el candidato, ni Sheinbaum ni Ebrard ni Adán, no le robarán reflectores, más bien querrán estar a su lado”, agrega Rosiles.

El poder en sus manos

Desde junio del 2021 el presidente López Obrador habla del proceso de sucesión presidencial. A partir de entonces, sus “candidatos” han crecido en las preferencias del voto y acaparando espacios en los medios de información. Ya sea con su apoyo a cierres de campaña, conferencias para compartir experiencias de gobierno, la presentación de sus estructuras rumbo al 2024, o en giras de trabajo, no obstante el presidente López Obrador sigue teniendo un gran protagonismo.

“El presidente sigue teniendo todo el poder en sus manos, los candidatos que se perfilan, están cuidadosos en no mostrar un alejamiento del presidente, más bien buscan ser quién se ve más cerca de él, eso sí, ya están compartiendo espacios con el presidente”, dice Azucena Rojas, profesora de la Escuela de Gobierno del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM).

El presidente es quien puso a sus 'corcholatas' en la carrera presidencial. Desde que enlistó a sus posibles relevos, a Sheinbaum, Ebrard y López Hernández se les recibe con gritos de ¡presidente, presidente! en cualquier evento político en el que participan.

Es también el propio presidente quien se encarga de describir como "sus hermanos" y resaltar sus cualidades, por lo que a pesar de que ellos tomen fuerza, el poder sigue teniéndolo López Obrador.

"López Obrador es un experto en el acceso al poder, pero no ha sido tan experto en el ejercido de gobierno, el escenario está puesto para que el presidente siga siendo la figura, ninguna 'corcholata' le va a poder hacer competencia", sostiene.

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Para Germán Pérez, catedrático del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el que las corcholatas comiencen a crecer no será tan bien tomado por el presidente, pues él es un hombre acostumbrado a los aplausos y considera que ir perdiendo poder y espacios, podría poner mal al presidente.

“(Tendrá) depresión en tres meses, es un hombre de mucho ego, de aplausos, de reflectores, eso explica un ejercicio como la mañanera”, destaca.

De acuerdo con la Encuesta de Encuestas de Oráculus , el presidente López Obrador cerró el 2022 con un promedio de 61% de aprobación, no obstante ejercicios individuales como las de Reforma o el Financiero, lo ubican con menor nivel.

En sus encuesta para el cuarto año de gobierno, Reforma reportó un 59% de aprobación , cifras parecidas a las que tenían los entonces presidentes Ernesto Zedillo Ponce de Léon (1994-2000) y Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), al llegar a su cuarto año de mandato.

La encuesta de El Financiero publicada el pasado 1 de diciembre, colocó a López Obrador en 55%, no obstante el presidente asegura tener una popularidad mayor al 70%.

Un presidente intranquilo

Aunque la contienda rumbo a 2024 se perfila para que haya continuidad en el gobierno —pues de acuerdo con encuestas Morena y sus aliados tienen ventaja en la preferencia del voto— expertos consideran que el presidente no está totalmente tranquilo, por lo que sin dudarlo, intervendrá en el proceso de sucesión presidencial.

La intranquilidad del presidente por el proceso electoral no está por los perfiles de sus posibles sucesores, sino por la falta de resultados y el desgaste que ha generado el ejercicio en el gobierno, los cuales si bien no harían que pierda la Presidencia de la República en 2024, sí podrían permitir a la oposición ganar terreno.

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“Hay un desgaste natural porque cualquier presidente llega con expectativas, los que votaron a favor de él, esperan resultados y los que votaron en contra pues mantienen cierta expectativa de que puedan mejorar las cosas. El ejercicio de gobierno implica el desgaste de esas expectativas, entonces este elemento de desencanto está presente, por lo que los gobiernos activan sus maquinarias electorales para enfrentar este desgaste”, precisa Efrén Arellano, profesor del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Javier Rosiles considera que a pesar de que los resultados no están a favor del presidente Andrés Manuel López Obrador, goza de aprobación ciudadana, la cual le permitirán mantener el control en la agenda pública.

"Los resultados del gobierno no son tan claros, hay claroscuros, sin embargo la gente le tiene mucha estima y él será quien decidirá quién será el candidato", refiere.

Efrén Arellano explica que por el desencanto que ha provocado el ejercicio de gobierno para algunos sectores, el presidente perderá simpatías, y crecerán los indecisos, un sector capaz de definir un triunfo o una derrota.

"Tras el desencanto, y muchos sectores de la población vuelve a ingresar al voto indeciso, de hecho, muchos de los que llevaron al triunfo al presidente eran del voto indeciso, entonces este sector nuevamente llega a ser importante, ahí es donde se dará la batalla", advierte.

Mientras se define quién será el segundo candidato presidencial que postule Morena en su historia, López Obrador mantendrá el control de la agenda, eso sí cada vez compartiendo más espacio con sus 'corcholatas'.

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