En los últimos 22 años, López Obrador ha formado parte de la opinión pública. Ya sea como aspirante a la gubernatura de Tabasco, presidente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), como jefe de Gobierno, tres veces como candidato presidencial y cuatro años como presidente, su nombre se ha mantenido en los noticiarios, en la prensa y ahora en las redes sociales.
Así, acostumbrado a los reflectores, a poner agenda y a ser el político que mueve masas, el presidente tendrá que compartir su espacio con los aspirantes y a finales de este 2023 con él o la elegida para ser el candidato de Morena.
Pero de acuerdo con analistas, ni la la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López o el senador, Ricardo Monreal, lo opacará, pues si bien le quitarán espacios, no se prevé un ocaso para el presidente.
“Generalmente los presidentes llegan muy debilitados, si bien aún falta tiempo para la elección presidencial, él será un gran activo para quien sea el ungido, el que decida Morena que sea el candidato, ni Sheinbaum ni Ebrard ni Adán, no le robarán reflectores, más bien querrán estar a su lado”, agrega Rosiles.
El poder en sus manos
Desde junio del 2021 el presidente López Obrador habla del proceso de sucesión presidencial. A partir de entonces, sus “candidatos” han crecido en las preferencias del voto y acaparando espacios en los medios de información. Ya sea con su apoyo a cierres de campaña, conferencias para compartir experiencias de gobierno, la presentación de sus estructuras rumbo al 2024, o en giras de trabajo, no obstante el presidente López Obrador sigue teniendo un gran protagonismo.
“El presidente sigue teniendo todo el poder en sus manos, los candidatos que se perfilan, están cuidadosos en no mostrar un alejamiento del presidente, más bien buscan ser quién se ve más cerca de él, eso sí, ya están compartiendo espacios con el presidente”, dice Azucena Rojas, profesora de la Escuela de Gobierno del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM).
El presidente es quien puso a sus 'corcholatas' en la carrera presidencial. Desde que enlistó a sus posibles relevos, a Sheinbaum, Ebrard y López Hernández se les recibe con gritos de ¡presidente, presidente! en cualquier evento político en el que participan.
Es también el propio presidente quien se encarga de describir como "sus hermanos" y resaltar sus cualidades, por lo que a pesar de que ellos tomen fuerza, el poder sigue teniéndolo López Obrador.
"López Obrador es un experto en el acceso al poder, pero no ha sido tan experto en el ejercido de gobierno, el escenario está puesto para que el presidente siga siendo la figura, ninguna 'corcholata' le va a poder hacer competencia", sostiene.