Inseguridad y corrupción, los pendientes
Al que será su décimo informe de gobierno —considerando los oficiales y los no oficiales—, López Obrador llega con dos grandes pendientes: pacificar el país y combatir la corrupción.
De diciembre de 2018 a mayo de 2021, en México se han registrado 88,841 homicidios dolosos y feminicidios, es decir, 2,961 en promedio cada mes.
El mismo presidente ha reconocido que el homicidio, el feminicidio y la extorsión son los tres delitos que han crecido durante su administración.
El director de la encuestadora Parametría, Francisco Abundis, asegura que el desgaste para López Obrador responde a que no ha logrado cumplir con lo prometido.
"Es un desgaste normal por cosas que se esperaba que resolviera, como la inseguridad, la mejora en la economía, que son de sus aspectos más débiles, porque se le reconocen avances en el combate a la corrupción y en salud", afirma.
El combate a la corrupción fue la bandera con la que llegó López Obrador a la presidencia. Si bien su compromiso es erradicarla, algunos señalamientos hacia su equipo y algunos familiares han opacado esta lucha. Por ejemplo, su hermano Pío López Obrador fue exhibido recibiendo recursos de David León, entonces colaborador del gobierno de Manuel Velasco en Chiapas, en apoyo a Morena. Otros casos son los contratos que otorgó Pemex a una empresa de su prima Felipa Obrador y las casas no reportadas por Manuel Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en su declaración patrimonial.
Javier Martín Reyes asegura que, si bien ya hay un desgaste de la imagen de López Obrador, no es tan grave considerando el cuestionado manejo en la pandemia de COVID-19 y la falta de resultados en temas económicos y de seguridad, pero a ello ha ayudado la falta de una oposición articulada.
"Ha aguantado el presidente en buena medida porque enfrente no ha tenido a nadie que le pueda contestar con rapidez, claridad, firmeza y sobre todo con credibilidad. Ha sido tan grande el desgaste de la oposición y de los otros partidos y eso ha beneficiado al presidente, lo que explica sus niveles de aprobación relativamente altos", señala.
Con este panorama de claroscuros, Andrés Manuel López Obrador conmemora tres años de su triunfo en las urnas, y se encamina a iniciar la segunda mitad de un sexenio en el que busca concretar una "transformación" histórica.