Cambios a iniciativas presidenciales
A estos casos se suman decisiones de López Hernández como coordinador de la bancada de Morena en el Senado, para modificar iniciativas de reforma de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La mandataria federal envió una propuesta para evitar el nepotismo en las candidatura, es decir, que los familiares de los funcionarios no puedan buscar el mismo cargo que estos ostentan.
Propuso que no podrá ser candidato a diputado, senador, presidente de la República, gobernador, diputado local, presidente municipal, regidor, síndico, alcalde o concejal, la persona que tenga o haya tenido en los últimos tres años anteriores al día de la elección, un vínculo familiar con la persona que ejerce la titularidad del cargo que busca.
La propuesta de la mandataria era que la regla se aplicará en 2027, pero el coordinador de los senadores morenistas, Adán Augusto López, presentó una reserva -previa negociación con el Verde- para que se comenzara a aplicar en los comicios de 2030.
Tras la aprobación en el Senado, la presidenta reiteró que desde su punto de vista la prohibición debería aplicarse en las elecciones de 2027 y no hasta 2030, pero señaló que entendía que la modificación era por acuerdo de las bancadas.
"Sí, yo la mandé para 2027 y mi posición sigue siendo que debería aprobarse para 2027. Entiendo que en el acuerdo para poder tener la mayoría de los partidos que son parte de la alianza del movimiento acordaron que fuera hasta 2030. Entonces, ya es una decisión de los senadores y los diputados", declaró la presidenta el 26 de febrero de 2025.
La segunda iniciativa de la presidenta que modificaron los senadores, liderados por López Hernández, fue la reforma a La ley de Amparo; uno de los cambios generó controversia y hasta rechazo interno.
El Senado estableció en un artículo transitorio que las reformas en materia de amparo se pueden aplicar en casos que ya están en curso, lo que según el propio Ejecutivo y especialistas en Derecho va en contra del artículo 14 de la Constitución, en el que se señala que ninguna ley podrá tener efecto retroactivo en perjuicio de alguna persona.
"Los asuntos que se encuentren en trámite a la entrada en vigor del presente decreto continuarán tramitándose hasta su resolución final conforme a las disposiciones que establece este decreto", señala el párrafo que añadió Morena en el Senado y que hasta la presidenta rechazó.
La mandataria enfatizó que no se debe ir en contra de la Constitución, por lo que ahora la Cámara de Diputados -como instancia revisora- se apresta a cambiar ese artículo transitorio.
“Le pusieron un transitorio que no quedaba claro en qué casos te sigues con la ley anterior, y en qué casos te sigues con la ley nueva. Eso es lo que nosotros decimos que se aclare bien, porque el transitorio que le puso el Senado no se entiende”, dijo la mandataria este martes 7 de octubre.
'Necesario liderazgo activo'
Maribel Flores Sánchez plantea que, ante estas polémicas de Morena en el Senado, la presidenta Sheinbaum debe tener un liderazgo activo para equilibrar las presiones que existen, mantener la gobernabilidad legislativa y la gestión de la coalición.
“Me parece crucial que la titular del Ejecutivo pueda equilibrar las presiones, (...) las posturas críticas dentro de Morena, el escrutinio también con la Corte y también tener una intervención directa para también ajustar el texto de la ley (minuta sobre amparo)”, menciona.
Flores advirte que la presidenta también debe tener ese liderazgo para evitar que situaciones como estas afecten a su gobierno, ya que eso podría tener un costo político para la mandataria y para el futuro del partido guinda.
La profesora del Tec de Monterrey observa que, al impulsar modificaciones a las reformas de amparo, la presidenta puede ser percibida como una lideresa que escucha a los diversos sectores de la sociedad.
“Recuperar la iniciativa con autocorrecciones estratégicas; es decir, para no plantear o quedarse la defensiva, la presidenta podría reencausar el debate con gestos visibles de corrección institucional o también proponer mejoras al propio dictamen, a la reforma de amparo. Creo que esa estrategia de autocorrección política podría reubicar hasta a la presidenta como una líder que escucha y ajusta en lugar de gobernar”, agrega.