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Solo ciudadanos de la CDMX podrán elegir a los nuevos juzgadores especializados

Ciudadanos de 11 de las 16 alcaldías de la capital serán los únicos del país que puedan votar por los jueces y magistrados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones.
mar 22 abril 2025 01:49 PM
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Para especialistas, el hecho de que estos juzgadores no sean electos en todo el país evidencia una "simulación" de democracia, además de abrir la posibilidad de clientelas partidistas movilizadas.

En la elección del 1 de junio, una cifra máxima de 4.8 millones de ciudadanos que vive en la Ciudad de México elegirá a los siete jueces y magistrados especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones de todo el país.

Es decir, aunque dichos juzgadores tomarán decisiones de trascendencia nacional al resolver conflictos sobre prácticas monopólicas, la pluralidad mediática o las condiciones del mercado, no serán votados por ningún ciudadano fuera de la capital.

La Reforma Judicial promueve que todos los mexicanos pueden elegir a los juzgadores, pero en este caso solo decidirá un porcentaje mínimo de la Lista Nominal de Electores (LNE), la cual es de 99.7 millones de ciudadanos, como consecuencia del Marco Geográfico Electoral para la elección judicial diseñado por el Instituto Nacional Electoral (INE).

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Los únicos votos que serán tomados en cuenta para esos siete cargos serán de electores que viven en 11 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México; la mayoría de ellas son bastiones que domina Morena, el partido en el gobierno; destacan Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Tlalpan y Coyoacán.

El politólogo y asesor legislativo, Miguel Sulub Camaal, advierte que se generó una distorsión que redujo el universo de votantes por cargo, además de que hay riesgo de que quienes decidan sean "clientelas partidistas movilizadas”.

“(En la CDMX) se elegirá a juzgadores que resuelven cuestiones en toda la República, como por ejemplo los especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, que en estricto rigor, según la reforma, todos debiéramos de votar independientemente de donde vivamos", señala.

"Pero no va a ser así, incluso están reservados para ser votados sólo en unos distritos".

Los distritos judiciales clave

En la Ciudad de México, donde se ubica el primer circuito judicial, confluyen jueces y magistrados de competencia local, pero como capital del país también es sede de juzgadores con competencia nacional.

Por tanto, será donde se elijan los siete cargos especializados: tres magistrados de apelación en materias civil y administrativa, especializados en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones; tres jueces administrativos de esas mismas especialidades; y un magistrado en materia administrativa aplicado en exclusiva a esas materias.

Estos siete juzgadores no serán votados a nivel nacional a pesar de la trascendencia de sus decisiones, sino por capitalinos, cuyos domicilios están en alguno de los tres distritos judiciales que prevé el Marco Geográfico Electoral.

Los tres magistrados de apelación en materias civil y administrativa especializados en competencia económica, únicamente serán votados en 3 de los 60 distritos judiciales en que se dividió el territorio nacional.

Los tres distritos (2, 7 y 8), que comprenden las alcaldías Iztapalapa, Tláhuac, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón, Tlalpan y Milpa Alta, suman un universo de potenciales votantes que apenas llega a 1.9 millones de ciudadanos.

El distrito dos incluye: Pueblo de Tulyehualco y colonias del centro de Iztapalapa, Barrios Santiago, Los Reyes, La Concepción, Santa Catarina, La Asunción, Constitución de 1917 y Colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl. De la alcaldia Tláhuac, la Colonia Del Mar, La Nopalera, Santiago Mixquic.

En el distrito siete, que comprende parte de Cuajimalpa, Magdalena Corteras y Álvaro Obregón, están las colonias San Lorenzo Acopilco, Cruz Blanca, Las Lajas, Xalpa, San Nicolás Totolapan, Rancho Viejo, Rancho Chihicaspa .

El distrito ocho reúne colonias de Tlalpan como San Miguel Topilejo, San Miguel Ajusco, Parres. En Milpa Alta, las colonias San Pablo Oztotepec, Villa Milpa Alta, San Antonio Tecómitl y San Lorenzo Tlacoyucan, entre otras.

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El distrito uno, enclavado en principal bastión electoral de Morena en la CDMX, la alcaldía Iztapalapa, será el único que defina a un magistrado en materia administrativa especializado en competencia económica.

Este distrito judicial cuenta con una Lista Nominal de Electores de 684,549 ciudadanos con credencial para votar vigente.

Comprende, entre otras, las colonias Santa Cruz Meyehualco, San Miguel Teotongo, Ejido Santa María Aztahuacán, Ejército de Oriente, Santa Martha Acatitla, Guelatao, Ampliación Emiliano Zapata, San Francisco Apolocalco, Tenorios y Miravalle.

Los últimos cargos especializados a elegir son los tres jueces administrativos en competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones, mismos que serán electos en tres distritos: 4, 6 y 9, que agrupan parte de las alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Gustavo A Madero, Tlalpan y Coyoacán.

En el distrito judicial electoral cuatro podrán votar por esos cargos en las colonias Polanco-Reforma, Polanco-Chapultepec; Bosques de las Lomas; Real de Lomas; Lomas de Virreyes; San Miguel Chapultepec; Anzures y Roma Sur, entre otras.

Este distrito contempla parte de la alcaldía Cuauhtémoc, entre otras las colonias Centro, incluido Palacio Nacional, además de las colonias Asturias, Tránsito, Buenos Aires y Algarín.

En el distrito seis decidirán colonias de Gustavo A Madero como Lomas de Cuautepec, 6 de junio, Felipe Berriozábal, Tlalpexco, Sedena, Ticomán, Vallejo, La Patera, Industrial Vallejo, Pantaco y San Bartolo.

Del distrito judicial nueve, los votantes potenciales están en colonias de Coyoacán como Viveros, Santa Catarina, Parques del Pedregal, así como las colonias Toriello Guerra y Ajusco, de la Alcaldía Tlalpan.

¿Qué hacen los jueces y magistrados especializados?

El experto en materia electoral y telecomunicaciones, Miguel Amaya, subraya la relevancia de estos cargos en el contexto de la transformación de la Comisión Federal de Competencia (Cofece) y la desaparición del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

Actividades como la prestación de servicios de internet, telefonía móvil, televisión abierta y de paga, así como la asignación del espectro radioeléctrico y la supervisión de la pluralidad en los medios de comunicación, son algunas de las materias que estarán bajo las responsabilidad de quienes resulten electos, expone.

Aunque muchas de las facultades que ejercía el IFT serán asumidas por secretarías de Estado, observa, los juzgadores y tribunales especializados que resulten de esta elección serán la última instancia para resolver los conflictos entre particulares y autoridades en esas materias.

El especialista ve en la Reforma Judicial una oportunidad de que resulten electos juzgadores con visión técnica, compromiso con la legalidad y conocimiento profundo de los sectores estratégicos.

“Lo contrario sería abrir la puerta a la captura regulatoria, la opacidad y la degradación de la justicia en áreas clave”, señala.

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A juicio de Amaya, actividades en materia de competencia y espectro radioeléctrico, así como supervisión de la pluralidad en los medios de comunicación, deben ser objeto de un riguroso control.

Por eso plantea que, aunque el fin de la reforma constitucional fue dar legitimidad democrática, la elección en urnas no debe comprometer la idoneidad técnica ni la imparcialidad que exige el tratamiento de temas tan "complejos y sensibles".

Por el contrario, subraya, deben reforzarse los mecanismos de control jurisdiccional y asegurar que las controversias relacionadas con la competencia económica, la radiodifusión y las telecomunicaciones sean resueltas con estricto apego a la ley, en defensa del interés público y los derechos de los usuarios.

¿Por qué no todos podrán votar por todos los cargos judiciales?

Sulub Caamal establece que, por la trascendencia de estos juzgadores, resulta cuando menos incongruente que su elección recaiga en solo una parte de los electores de la CDMX.

El también secretario de la Comisión de Derecho Administrativo de la Barra Mexicana de Abogados (BMA), considera que esa decisión del INE obedeció a criterios de operación electoral por encima de los derechos ciudadanos que se argumentaron en la Reforma Judicial.

Según determinó el INE, en la elección judicial sólo 16 juzgadores serán votados en todas las casillas del territorio nacional: las 9 personas ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), 5 magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) y 2 de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Otras 15 posiciones se elegirán regionalmente, a razón de tres magistrados por cada una de las cinco circunscripciones electorales, para integrar las Salas Regionales del TEPJF.

Pero cientos de juzgadores, aunque su ámbito de jurisdicción sea por circuito (es decir, por entidad) no serán electos en todo el territorio del estado en el que competirán, sino sólo en una fracción de él, por lo regular en un distrito judicial electoral. Eso ocurrirá en 15 circuitos judiciales.

El INE, explica Sulub, aprobó el Marco Geográfico Electoral para la elección judicial y avaló también una “Propuesta de Armonización”, que tuvo como resultado “convertir” los 300 distritos electorales en que se divide el país para las elecciones ordinarias, en 60 distritos judiciales electorales.

Pero con ello, asegura el experto, el INE fraccionó de manera “ilegal” 15 de 32 circuitos judiciales, siendo que, de manera expresa, la Constitución ordenó que las elecciones judiciales se realizaran por circuito.

De acuerdo con la “armonización” avalada por el INE, habrá distritos donde se elija a dos jueces penales, otros donde se elegirá a tres; en unos se elegirá un juez de especialidad laboral, en otros dos; en unos se elegirá un juez civil y en otros ninguno; en algunos se votará un juzgador en competencia económica y en el resto a cero.

Fue una aberración, una irregularidad, porque ni la ley electoral ni la Constitución dicen que los ciudadanos van a votar solamente por una parte de los juzgadores", sentencia el especialista.

De acuerdo con la justificación del INE, plasmada en el documento de Marco Geográfico, se optó por dividir “en fracciones o subcircuitos” aquellos circuitos judiciales en donde se elegirían más de 10 cargos.

"¿Qué querían evitar? Que haya más número de boletas y que cada boleta lleve demasiados nombres, que fue el ejercicio que denunciamos, que de haberse realizado la elección como dice la Constitución tendrían que haber sido decenas de boletas o hasta un cuadernillo, y cientos de candidatos", insiste Sulub.

“Lo que hicieron fue para bajarle: máximo serán 60 nombres por boleta y 10 cargos a elegir y para eso dividieron circuitos y el resultado es: no todos los residentes de un circuito votarán por todos los cargos”.

Otras razones que da el INE da en los documentos citados son: simplificar el diseño de documentos electorales, facilitar la emisión del voto, reducir la complejidad de los cómputos y atomizar el sufragio “al reducir las opciones por las que se tiene que elegir”.

'Elección judicial no es democracia'

Por todas estas modificaciones e interpretaciones que se dio a la Reforma judicial para hacer posible la elección, el constitucionalista e investigador de la UNAM,, Javier Martín Reyes concluye: “es una patraña la supuesta democratización del Poder Judicial”.

“Y el resultado es lo que tenemos, unos electores votarán por una parte del Poder Judicial, otra parte por otros, en una simulación de democracia”, considera.

Reyes recuerda que las funciones de los juzgadores no se ejercen en atención a un electorado distribuido territorialmente, pero la Reforma Judicial dispuso que se eligieran así, solo por la voluntad del Poder Ejecutivo.

“El caso más extremo es ese. Hay ciertos tribunales especializados, como de competencia económica que tienen jurisdicción nacional, resuelven todos los asuntos del país, pero van a ser muy poquitos electores quienes los elegirán", critica.

"Ni siquiera vamos a estar en condiciones de poder votar por las personas que nos van a juzgar o por los juzgadores cuyas sentencias nos afecten. Las clientelas electorales seguramente serán movilizadas para decidir quién queda en los cargos de interés”.

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