Tampoco previó sanciones para servidores como legisladores, gobernadores o incluso el Ejecutivo Federal, todos estos casos hoy, en el caso de que se presuma responsabilidad, son remitidos a los Congresos y ahí quedan, sin ninguna sanción.
Por eso el 134 de la Constitución queda pendiente de regularse y los partidos, todos, aprovechan el vacío, mismo que ha sido llenado con tesis de jurisprudencia emitidas por el TEPJF por sentencias reiteradas en el mismo sentido.
Vía cientos de sentencias del TEPJF emitidas de 2014 a 2022 se han delineado por ejemplo los tiempos, modalidades, presentación, contenido, de la propaganda gubernamental permitida o no, la forma en el que INE puede atender y resolver quejas y las sanciones, todo lo que debería regularse en la ley secundaria inexistente.
Por ejemplo, que a los legisladores y grupos parlamentarios sí les aplican las prohibiciones sobre propaganda gubernamental; que pueden difundir sus informes en radio y televisión pero no en campañas, y que pueden usar emblemas del partido que los propuso.
Se ha establecido también que hay promoción personalizada cuando se tienda a promocionar, velada o explícitamente, al servidor público “destacando su imagen, cualidades o calidades personales, logros políticos y económicos, partido de militancia, creencias religiosas, antecedentes familiares o sociales, etcétera, asociando los logros de gobierno con la persona más que con la institución”.
Se confirma esa irregularidad -según las sentencias del TEPJF- si el funcionario utiliza expresiones vinculadas con el voto y se establece que para ser anómalas sus declaraciones deben analizarse en el contexto en que se pronuncian; que sola presencia en actos proselitistas no infringe la ley, pero sí si hay una “participación activa”.
De hecho, la muestra de que los partidos son beneficiarios de la falta de regulación fue que un año después de la reforma constitucional, en 2008, proliferó la promoción de servidores públicos en programas de revistas o espectáculos, en publicaciones del corazón, aunque ya antes se presentaban de manera aislada.
Al paso de los años las estrategias se han diversificado, como el caso de las entrevistas de políticos en revistas que luego se promocionaron en todo el país en espectaculares y televisión, “fraude a la ley” que denunció el PRD y hasta Morena.
O el caso del Partido Verde y el uso de personajes de la farándula para promoverse, en mensajes de Twitter y antes, la estrategia para rendir supuestos informes legislativos y tener presencia mediática durante meses, mediante la presentación de estos de forma escalonada.
En 2009 hubo competencia por quien era más eficaz en disfrazar su propaganda.