Y ese logro, consideró Piña Hernández, es atribuible a los ministros, pero sobre todo al personal que está fuera de los reflectores.
Por eso, al minuto de aplausos, con el que se rindió honor a todos y que marcó la despedida, se sumaron los ministros salientes.
Sin conmoverse, la ministra Lenia Batres, promotora de la Reforma Judicial y quien asumirá en septiembre un nuevo periodo en la SCJN, no se sumó al homenaje y permaneció seria, impávida.
Las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz aplaudieron, pero pronto rectificaron y las tres prefirieron no sumarse a los agradecimientos a la Corte, ministros y personal que concluyeron 30 años de una forma de impartir justicia.
En demanda de la justicia de los discursos, y ajenas a unos y otros, integrantes del colectivo feminista Ehécatl, formado por madres buscadoras de Ecatepec cerró los accesos a la SCJN, durante casi cuatro horas.
Algunos, como Yasmín Esquivel, salieron por la puerta principal, pero a buen resguardo gracias a la policía de la Ciudad de México, que les abrió el paso a través de vallas metálicas.
El togado Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena pudo salir a pie, por la puerta lateral para llegar a su auto.
De los "nuevas" ministras o de los viejos juzgadores, nadie salió a recibirlas, así fue el último día de la Corte.