Especialistas consultadas por Expansión Política coincidieron que en el actual gobierno federal se tiene un retroceso en las políticas públicas en favor de mujeres y niñas debido a la manera en que se asignan los presupuestos, a la falta de transparencia y diagnóstico, y a la eliminación de programas que contribuyen a la autonomía y seguridad laboral.
Como ejemplo de esos retrocesos está la reciente desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, cuya operación permitía a las madres incursionar en el mercado laboral, disminuir las brechas de género y garantizar educación y alimentos a sus hijas e hijos.
Wendy Figueroa, de la Red Nacional de Refugios, recuerda que a inicios de este año, por decreto presidencial, también se extinguió el Instituto de Desarrollo Social (Indesol) que, entre otras cosas, se ocupaba de hacer convenios con colectivos que brindan protección a mujeres en situación de violencia.
En el caso específico de las estancias infantiles, agrega Figueroa, la eliminación de su presupuesto se justificó en que “no funcionaban”, y la solución del gobierno fue que los menores estuvieran a cargo de los abuelitos y abuelitas a quienes supuestamente se les entregaría el apoyo directamente. “Pero con esto se siguen perjudicando los derechos de las mujeres, trabajadoras y de la tercera edad, sobre todo por la carga de cuidados”, dice.
“Esto, sumado a las constantes deslegitimaciones que ha hecho este gobierno ante los movimientos feministas, ante las exigencias de protección de los derechos de las mujeres y niñas desaparecidas, víctimas de feminicidio; esto nos lleva a estar en una situación de emergencia nacional, en la que, sin duda, hay una mirada misógina que sigue perpetuando las violencias contra las mujeres”, expresa la activista.