Además del incremento en el homicidio, se registraron varias masacres y al menos 7 estados enfrentan aumento de hechos violentos: Michoacán, Chiapas, Oaxaca, Zacatecas, Guerrero y Tamaulipas.
Por ejemplo, en Zacatecas, el 23 de junio, 9 personas fueron asesinadas (2 de ellas eran policías de San Luis Potosí, cuyos cuerpos fueron colgados de un puente). 2 días después, se registró , un enfrentamiento entre grupos criminales dejó como saldo 18 personas muertas y cinco días despúes se reportaron 4 muertos más.
En este estado, la violencia se recrudeció debido a un enfrentamiento entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.
Tamaulipas tuvo una jornada violenta el 20 de junio luego de que grupos criminales asesinaron a 19 personas, de las cuales 15 eran civiles y 4 presuntos delincuentes, en distintos puntos de Reynosa.
Nueve días después, en esa entidad gobernada por Acción Nacional, un enfrentamiento entre grupos criminales en el municipio de Miguel Alemán dejó como saldo 9 personas muertas.
Michoacán es otra de las entidades en donde los últimos días se ha recrudecido la violencia. No solo se trata de Aguililla, también de comunidades como Tangamandapio, Buenavista Tomatlán y Apatzingán han sido escenarios de balaceras entre grupos criminales y bloqueos en las carreteras.
Chiapas también ha sido escenario de violencia. En el estado surgió un nuevo grupo de autodefensas denominado “Los Machetes", el cual nació para “expulsar a sicarios, narcotraficantes y al crimen organizado".
Carlos Rodríguez, especialista en seguridad y miembro del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), asegura en que el repunte de la violencia es reflejo de que la autoridad ha cedido espacios al crimen organizado, mientras se realizan "reacomodos de poder".