Politólogos consultados por Expansión Política advierten que existe una presión inédita sobre el árbitro electoral procedente de Morena y del propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
“Esta presión es inédita. Nunca, nunca un funcionario federal había puesto en duda a las instituciones que dan certidumbre al acceso al poder”, advierte Germán Pérez Fernández del Castillo, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Reforma constitucional
Inconformes por el actuar del órgano electoral, Morena ha propuesto llevar a juicio político a los consejeros electorales, pero también modificar o desaparecer al INE.
Este martes por la tarde, el diputado federal Gerardo Fernández Noroña confirmó que la actual legislatura llevará a juicio político al presidente del INE, Lorenzo Córdova y al consejero Ciro Murayama.
Para José María Soberanes Diez, investigador de la Universidad Panamericana, señala que como el INE es un órgano constitucional autónomo, es decir que está previsto en la Constitución, para cambiarlo, es necesario hacer una reforma a la carta magna.
“Para poder cambiar la Constitución, se requiere una mayoría calificada, dos terceras partes, actualmente no la tienen en el Senado”.
José María Soberanes Diez, investigador de la Universidad Panamericana.
En la Cámara de Diputados, Morena y sus aliados logran de manera más sencilla la mayoría calificada, sin embargo, en el Senado de la República se les han dificultado las negociaciones.
Para el académico, sería “oportuna y muy benéfica” una reforma, pero no como la que se está impulsando desde el poder, sino más bien, una que dé claridad en la organización de las elecciones y que le den mayores atribuciones al árbitro electoral.
“Otra reforma que dé claridad en las organización de elecciones y le den mayores atribuciones al árbitro electoral. Está encargados (de varias cosas), pero no tienen a veces un marco jurídico tan claro, es una cosa bastante complicada la que hemos estado construyendo en México a partir de la desconfianza”, asegura.
Pone el ejemplo de que la autoridad electoral tiene que organizar elecciones locales, como en el caso de Salgado, y las autoridades locales quedan fuera, pero hay una serie de confusiones de qué le toca a cada a una y eso es importante revisar en una reforma.
Recuerda que en su corta historia, el órgano electoral es “joven” en comparación con otras instituciones, y que ya ha sufrido varias reformas y cambios. Después de las elecciones de 2006 y 2012, ha habido reformas electorales, pero no se había visto una confrontación tan “clara, directa y frontal”.