Feminicidio y recomendación incumplida
El 27 de marzo de 2021, cuatro elementos de la Policía de Tulum detuvieron a Victoria tras un reporte de alteración del orden en espacio público. Victoria había ingresado en un Oxxo ubicado en sobre la Carretera 307, en pleno corazón del destino turístico, en estado alcohólico. En medio de un episodio psicótico, Victoria tomó un garrafón de la tienda, fue interpelada por los vendedores y luego salió a la calle.
Fue ahí que los elementos le dieron alcance, la sometieron sin que ella hubiera opuesto resistencia. Uno de los peritos que participó en la diligencia, quien solicitó el anonimato, recuerda que se realizó una autopsia y se tomaron rayos X, que revelaron una fractura en las vértebras que sostienen a la cabeza. Ahí, con la presión de la rodilla del cuerpo de seguridad, Victoria murió.
Es un caso de uso excesivo de la fuerza, pero al que se suma el racismo y la xenofobia, enfatiza Gutiérrez Román. “Eso, de ninguna manera le hubiera pasado a una extranjera, a una turista de Europa o de Norteamérica”, dice el abogado, al recordar que Victoria provenía de un contexto de violencia previa en su país de origen.
Eso, de ninguna manera le hubiera pasado a una extranjera, a una turista de Europa o de Norteamérica.
Victoria dejó Sonsonete, en El Salvador, junto con sus hijas en 2016; viajó a Tapachula, Chiapas, donde solicitó refugio por razones de género, el cual fue concedido dos meses y medio después por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y con el que el Instituto Nacional de Migración (Inami) le pudo expedir su visa temporal por razones humanitarias.
A Tulum llegaron en 2018, a la colonia irregular 2 de octubre, donde vivían en hacinamiento y en las condiciones más precarias. En este ambiente, la entonces pareja de Victoria había abusado de una de sus dos hijas con las que había arribado, razón por la que días antes de morir, el 6 de marzo, Victoria interpuso una denuncia en contra de su pareja, de nacionalidad mexicana.
Al regresar, la pareja la increpó y levantó un reporte, por el que fue detenida por primera vez la migrante, por causar desorden público y porque estaba en estado de ebriedad. Es cuando intervino la Procuraduría Defensa de Niñas, Niños y Adolescentes de Quintana Roo, para extraer a la menor abusada y trasladarla a sus instalaciones, donde permaneció hasta después del feminicidio de su madre.