Dos casos de abuso policial en menos de 15 días
En menos de un mes, la actuación de los elementos de seguridad municipal de Tulum ha provocado la indignación de los ciudadanos y ha puesto en duda su trabajo, tras dos casos de abuso policial.
El primer caso que evidenció los abusos de esta corporación fue cometido en contra de Victoria Esperanza Salazar, una migrante salvadoreña.
El 27 de marzo pasado, la migrante de 36 años, quien vivía en México desde el 2018 con una visa humanitaria, fue asesinada por cuatro policías en Tulum.
Salazar tenía dos hijas, la mayor estuvo desaparecida por algunas horas, mientras que la pequeña fue resguardada en un albergue público tras haber sufrido abusos de la pareja sentimental de su madre, el cual fue arrestado.
La muerte de Salazar causó indignación en México y El Salvador. Provocó protestas de organismos internacionales y grupos que acusaron a las fuerzas de seguridad mexicanas de racismo y misoginia.
A principios de abril, las autoridades mexicanas vincularon a proceso penal a cuatro policías, tres hombres y una mujer, por el delito de feminicidio en contra de Victoria.
El segundo caso de abuso policial fue denunciado el 8 de abril. En redes sociales fue compartido un video donde se observa cómo dos elementos policíacos que viajaban en una patrulla golpean en repetidas ocasiones a un hombre esposado.
Tras la difusión de esta grabación, el 9 de abril, la Fiscalía General de Quintana Roo inició una investigación por abuso de autoridad en contra de policías de Tulum.
Por su ubicación cercana a otras playas, una cultura ecléctica que integra zonas arqueológicas, selva y tradición maya, además de alta gastronomía, sin olvidar atractivos costos de tierra, Tulum ha sido considerada como una joya del desarrollo inmobiliario en el caribe mexicano, que ofrece retornos de inversión de entre el 8 y el 12% y plusvalías que en los últimos cinco años han duplicado y más, el valor de los activos.
Por lo que tras el caso de Victoria Salazar, el gobernador Carlos Joaquín González aseguró que, con transparencia en el proceso, su administración buscaría contrarrestar los efectos de la mirada internacional y los efectos negativos que este caso pudiera tener en el turismo, y descartó que se emitiera un warning de viaje por este suceso.
Y es que aunado a estos hechos y la pandemia del COVID-19, el estado se encuentra librando una batalla por la recuperación económica y del turismo.
De acurdo con cifras oficiales, dadas a conocer en septiembre de 2020, la pandemia de Covid-19 hizo caer el producto interno bruto de Quintana Roo –por primera vez desde que se erigió como estado, en octubre de 1974– 5.9%, lo que detuvo el incremento sostenido trimestral promedio de 4.4% que registró en años anteriores, según informó Bernardo Cueto Riestra, director del Instituto para el Desarrollo y Financiamiento (Idefin) de la entidad.