Acción Nacional en Aguascalientes, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, mientras que el Revolucionario Institucional en bastiones como Oaxaca e Hidalgo; en el caso de éste último donde aún no ha habido alternancia.
Y es que 11 de las 15 gubernaturas en disputa este año las ganó Morena. El PAN obtuvo dos triunfos, mientras que Movimiento Ciudadano y la coalición PVEM-PT, uno, respectivamente.
De la totalidad de las gubernaturas, los “guindas” le arrebataron 8 al PRI: Sinaloa, Tlaxcala, Sonora, Zacatecas, Guerrero Colima y Campeche (ésta última, aún por definirse tras el conteo total de los votos ordenados por el TEPJF), en tanto que San Luis Potosí, se quedó en manos del PVEM.
Con ello, el tricolor redujo de 12 a cuatro las gubernatiras bajo su dominio, al quedarse con Oaxaca e Hidalgo, así como el Estado de México y Coahuila, que renovarán gubernatura en 2023 y 2024, respectivamente. Los magros resultados ubicaron a PRI como la tercera fuerza política a nivel gubernaturas.
Además, si bien los “azules” electoralmente son la segunda fuerza política, lo cierto es que también restó dos gubernaturas, perdió Baja California y Nayarit, pero conservó Chihuahua y Querétaro, a los que ya gobierna de Aguascalientes, Durango, Quintana Roo, Tamaulipas, Guanajuato y Yucatán.
Morena se ubicó como el gran ganador en las pasadas elecciones, al sumar a la CDMX, Puebla, Veracruz, Tabasco y Chiapas, las ocho gubernaturas que le arrebató al tricolor, con lo cual no solo se ubica en la primer fuerza política a nivel estatal, sino que gobernará al 46% de los mexicanos.