Quienes impulsan estas propuestas argumentan que la medida es necesaria para reducir los niveles de sobrepeso, obesidad, diabetes e hipertensión que existen en México, que han quedado expuestos durante la actual epidemia por el alto porcentaje de personas fallecidas por COVID-19 que tenían una o más comorbilidades.
“El surgimiento de reformas de ley en Oaxaca y otras entidades federativas para prohibir la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas a niñas, niños y adolescentes es una respuesta de emergencia frente a las evidencias que nos deja la pandemia sobre el impacto de las enfermedades crónico-degenerativas que han incrementado la letalidad del COVID-19 en personas jóvenes”, dijo Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), en un foro virtual organizado este lunes por la Alianza por la Salud Alimentaria .
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 73% de la población mexicana padece de sobrepeso y México tiene una de las tasas más altas de obesidad de los países miembros. Además, el 34% de las personas obesas sufre obesidad mórbida.
“De acuerdo con nuestras proyecciones, las enfermedades relacionadas con el sobrepeso reducirán la esperanza de vida en México en más de cuatro años durante los próximos 30 años. Se trata de la mayor reducción proyectada entre los países de la OCDE. Pero lo más trágico es el crecimiento de la obesidad infantil, la cual se ha duplicado de 7.5% en 1996 a 15% en 2016”, señalaba en enero José Ángel Gurría, secretario general del organismo, al presentar el estudio “La pesada carga de la obesidad: la economía de la prevención”.
El representante de la OCDE también advirtió que el problema del sobrepeso y la obesidad también afecta el desempeño económico del país, pues advirtió que las enfermedades relacionadas supondrán el 8.9% del gasto en salud por año durante el periodo 2020 a 2050 y le restarán al PIB 5.3 puntos porcentuales, un porcentaje muy superior al promedio de la OCDE, que es del 3.3%.
“México es el país de la OCDE en donde el sobrepeso, la obesidad y sus enfermedades derivadas tendrán el impacto más grande en el PIB entre 2020 y 2050”, señaló Gurría.