La restricción aplicaría también en escuelas públicas y privadas desde preescolar hasta bachillerato, incluyendo máquinas expendedoras.
Los únicos que quedan fuera de esta prohibición sólo los padres, madres o tutores quienes decidan dar a sus hijos o menores bajo su tutela estos alimentos y bebidas, establece la iniciativa.
En su propuesta, Macedo Escartín argumenta que el propósito de resolver los problemas de salud que inician en la infancia por el consumo de alimentos envasados altos en calorías y bebidas azucaradas, generando padecimientos como el sobrepeso y la obesidad.
“(La prohibición) influirá de manera considerable en el cuidado y la protección a la salud, generando mejores condiciones y mayor calidad de vida para todas las personas”, señala la iniciativa.