Sheinbaum siguió en su discurso: “¡México está viviendo tiempos virtuosos!”. Al final, todos los altos mandos de las Fuerzas Armadas de México aplaudían fuertemente, haciendo una reverencia de lealtad ante la primera presidenta de la historia.
¡Vaya año! El 2024 marca un capítulo histórico para México: Claudia Sheinbaum se convierte en la primera mujer presidenta y, por ende, en la primera jefa de las Fuerzas Armadas del país. Su liderazgo supone una perspectiva fresca en la lucha contra el crimen organizado y pretende redefinir la relación entre gobierno, seguridad y ciudadanía. Pero ¿qué significa realmente tener a una mujer al frente de las fuerzas militares y cómo puede esto cambiar la estrategia contra el narcotráfico?
Una mirada distinta a la Seguridad Nacional
La seguridad pública en México ha sido un tema delicado por décadas, especialmente con el problema del narcotráfico y la violencia.
Felipe Calderón, presidente de 2006 a 2012, fue quien inició la “guerra contra el narco”, enfocando la estrategia en el uso militar para combatir a los cárteles. Sin embargo, esta táctica no solo no logró su objetivo de reducir la violencia, sino que en muchos casos la intensificó. Sheinbaum, con su formación como científica, propone una aproximación más basada en evidencia y menos en el uso de la fuerza, buscando soluciones más sostenibles y que ataquen las raíces de la problemática.
Desde su experiencia como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2023), Sheinbaum demostró que una estrategia de seguridad puede ser exitosa con enfoques integrales. En la capital se enfocó en el fortalecimiento de la Policía local, promoviendo la proximidad ciudadana y, sobre todo, usando la ciencia de datos y la tecnología para identificar patrones criminales y anticiparse a ellos. La lógica de Sheinbaum es clara: para combatir el crimen se necesita no solo fuerza, sino también inteligencia.
¿Cómo una mujer puede cambiar la estrategia contra el narco
El hecho de que sea la primera presidenta y jefa de las Fuerzas Armadas no solo es un símbolo de progreso en términos de equidad de género, también puede representar una visión más humanista y empática en la estrategia de seguridad. La presencia femenina en cargos de alta responsabilidad política a menudo trae consigo un enfoque más incluyente y una tendencia a priorizar soluciones de largo plazo sobre tácticas inmediatas y agresivas.
Además, Sheinbaum ha señalado en varias ocasiones la importancia de reducir la militarización en la lucha contra el narcotráfico. Su enfoque parece ser más orientado a fortalecer las instituciones civiles y promover programas sociales que reduzcan la necesidad de las personas a involucrarse en actividades ilícitas. Esto incluye educación, empleo y mejora de condiciones de vida en comunidades vulnerables, con la intención de prevenir el delito antes de que suceda.
La importancia de una estrategia científica
Sheinbaum es Doctora en Ingeniería Ambiental por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y este trasfondo científico se refleja en su enfoque de gobierno. Sus estrategias se basan en evidencia, análisis de datos y estudios sobre el impacto de distintas intervenciones. Esto podría ser un cambio importante en cómo se ha manejado la seguridad en el país, ya que el uso de datos y herramientas científicas puede hacer la diferencia para entender patrones criminales, medir la efectividad de programas y reducir la violencia de una manera más planificada y estructurada.
Su experiencia como Jefa de Gobierno en la Ciudad de México es clave para entender este enfoque. Durante su gestión, la ciudad experimentó una reducción significativa en los índices de algunos delitos. Esto se atribuye a una política que se basó en medidas preventivas, intervenciones focalizadas y programas sociales orientados a mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables. La experiencia de Sheinbaum en este cargo le da una ventaja, ya que entiende la complejidad de los problemas urbanos y ha demostrado que, con la estrategia correcta, se pueden conseguir resultados positivos.