“Es maravilloso el apoyo de la gente yo les agradezco mucho a los compañeros, esto es el movimiento, esto es Morena, esta es la Cuarta Transformación. Estoy aquí por amor a Veracruz”, aseguró.
Rocío Nahle no es veracruzana por nacimiento…
"Yo he sido una mujer muy afortunada porque he podido consolidar una familia, yo llegué a Veracruz hace 35 años, a Veracruz le debo todo lo que soy”.
“Cuando me dicen ¿de dónde eres? Yo soy de Veracruz, tú eres de donde te haces, nací en otro lugar si, nací en Zacatecas pero soy de Veracruz, yo llegué aquí joven de 22 años, acababa de salir prácticamente de la universidad y llegué a trabajar, yo a Veracruz vine a aportar mi trabajo, a hacer un hogar, me casé con un jarocho cuenqueño y llegue al Istmo de Tehuantepec, mis hijas nacieron en Coatzacoalcos, las dos y he podido consolidar una familia, y hay familias de dentistas, hay familias de comerciantes, hay familias de médicos, maestros, yo tengo la fortuna de tener una familia de ingenieros y tengo la fortuna de tener una familia feliz veracruzana”.
Es 99.9 % lealtad y 0.01% experiencia
O cómo olvidar ¡el papelón que armó en la reunión de la OPEP en el 2020! Y es que cuando por fin se llegó a un acuerdo para estabilizar el precio del petróleo tras la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, Nahle se negó a aceptarlo, retrasó la reunión por horas y, encima de todo, se paró y se salió de la videoconferencia.
Durante la reunión, la zacatecana no tuvo empacho en hacer esperar a todos los demás ministros para ir a consultar en varias ocasiones –ni más ni menos que– al presidente López Obrador. Nahle no solo hizo gala de su inexperiencia, porque en principio la reunión era para concretar un acuerdo previo de semanas anteriores entre los líderes petroleros para reducir la producción mundial del crudo, sino que la secretaria no supo ver que el primer acuerdo beneficiaría a México, SÍ, leyó bien: el primer acuerdo hubiera permitido a México tener mayores ingresos fiscales por exportación por la subida del precio internacional del petróleo.¡Hay que cancelar Dos bocas -dicen algunos– pero habrá que repensar cuáles!
Pero esto no para aquí, horas más tarde, el presidente López Obrador recibió una llamada del presidente Trump para obligarlo, perdón… para invitarlo, a que redujera su producción y que Estados Unidos pondría los 250,000 barriles que México no quiso poner. Pero sería bueno que nos dijeran ¿a costa de qué? Sí, ¿a costa de qué decidió tragarse sus palabras?; que decían más-menos, primero muerta antes que pactar con Estados Unidos. Todo sea por la soberanía, ¡Make Pemex great again!
Nahle, la ingeniera recaudadora
Nahle construyó su carrera más por su capacidad de operadora que por técnica.
Y es que la aun secretaria de Energía se inauguró en las artes de la recaudación electoral en 2003 cuando fue coordinadora de campaña de Felipe González Díaz, un ingeniero petrolero que aspiraba a ser diputado federal por el PRD. Si bien González perdió la contienda ahí fue cuando se percató de que, en política, la lealtad es cuestión de fechas.
En 2005, se consolidó como una de las mujeres de mayor importancia para López Obrador, y es que no solo operó con éxito el sur de Veracruz, sino que se convirtió en una de las voces más vehementes y polarizadoras en el tema petrolero y energético cuando Felipe Calderón intentó sacar adelante su reforma. Ni se diga de su férrea y opuesta postura en 2013 cuando el gobierno federal aprobó la reforma energética. ¡Ni Bertha Luján ni Sheinbaum gritaron tan fuerte!
Para 2015 empezaría a consolidar un cacicazgo importante en Veracruz tras lograr que los trabajadores petroleros, históricamente vinculados por el PRI, votaran por Morena en las elecciones en el estado donde ni más ni menos gobernaba Javier Duarte. Nahle recaudó digamos hartos dinero para las campañas morenistas con el objetivo de que Miguel Ángel Yunes no llegara a la gubernatura en los comicios de 2016. Ahora sí que el enemigo de mi enemigo es mi amigo.