Merezco abundancia
Al parecer Nahle le aprendió algo a la señora Karime Macías, y es que consentir a la familia es una de sus vocaciones y más si se trata de su pareja. Resulta que, a finales del sexenio de Felipe Calderón, José Luis Peña –esposo de Nahle– vivió durante año y medio en el Hotel del Prado con desayunos, comidas y cenas incluidos, gastos que en ese tiempo ascendían a, pesos más-pesos menos, 150 mil pesos mensuales. En este hotel suelen hospedarse los trabajadores de Pemex que, por motivos de trabajo, deben trasladarse algunos días a la Ciudad de México, ¡es decir, de manera temporal!
Por si fuera poco, Nahle negoció con Juan José Suárez Coppel, entonces director de Pemex, y con la entonces senadora Dolores Padierna (con quien fungía como asesora de la Comisión de Energía del Senado) mejorar la jubilación de su esposo.
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José Luis Peña fue jubilado tras más de 30 años de laborar en el Complejo Petroquímico de Pajaritos, en Coatzacoalcos, con un nivel con el cual no tenía bonos ni prestaciones, pero, dicen los que saben que, gracias a la intervención de Nahle, Peña fue reinstalado en Pemex durante 18 meses en las oficinas centrales de la empresa y, posteriormente, fue jubilado por segunda vez, pero esta vez con un nivel más alto y con ingresos que por aquellos años, superaban los 120 mil pesos mensuales más bonos y prestaciones. Pero eso no para ahí, Peña ha metido a toda su parentela política en puestos clave dentro del organigrama del Ayuntamiento de Poza Rica.
Ah, y solo por no dejar, déjenme platicarles que su hermano Arturo Nahle, recientemente fue nombrado como nuevo presidente del Poder Judicial del Estado de Zacatecas por un periodo de cuatro años, de acuerdo con mis fuentes el experredista fue designado por su probada imparcialidad y cabal rectitud.
¡Ahora si que la soberanía y la familia van primero!