Mientras el primero no solo ha defendido a Carlos Treviño, sino denunciado tanto a Emilio Lozoya y al Fiscal General de la República, Gertz Manero, por la construcción del mayor teatro judicial nunca antes intentado en México, el segundo se encuentra envuelto en una maraña de controversias que cuestionan no solo su ética, sino su profesionalismo.
El personaje de la semana es un abogado que sin reparo alguno como las ve, las canta.
Óscar Zamudio, defensor incansable del Estado de Derecho
Zamudio es un egresado de la Ibero, en el 2008, y ha trabajado tanto en despachos importantes, “tú las traes”, como en el Poder Judicial de la Federación, como secretario en juzgados de distrito en materia penal y en tribunales colegiados de circuito de la misma materia. Con decirles que luego se formó con Eduardo Amerena, y ya recibido trabajó en Zinser, Esponda y Gómez Mont, para luego dar el paso hacia su propia oficina, Zamudio Abogados.
Es, además, miembro del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México.
Con decirles que este litigante se sumó pro bono al grupo de abogados que defendió a los 41 científicos del Conacyt perseguidos injustamente por la Fiscalía de Gertz Manero bajo cargos de Delincuencia Organizada y colabora con la fundación de Alma Migrante, una A.C. que protege a migrantes y sus defensores.
-Póngale piquete a su café-
Sin el afán de protagonismo, Óscar hace su chamba sin la necesidad de reflectores ni diplomas por doquier, comunicados rimbombantes, cercanía con el poder ni arreglos oscuros. Pero es un hombre que no se come ni una coma cuando de defender se trata.
Tan es así, que denunció personalmente a Gertz Manero por la tortura ejercida sobre Lozoya, que lo llevó a emitir declaraciones ilegales para imputar delitos a gente inocente, como Treviño. En este punto, siendo yo también parte de la denuncia de Lozoya, su planteamiento no me encanta, al contrario, pero tiene todo el derecho de plantearlo sin que eso implique meterlo a la cárcel, procesarlo o separarlo como defensor de Treviño, cosa que increíblemente ya trataron y no pudieron, cuando frustró el plan de meter a Treviño al Altiplano.
Ojo, según Lozoya y la FGR, el dinero de Odebrecht sirvió para sobornar a los legisladores que aprobaron la reforma energética. ¿Treviño era senador o diputado o al menos director de Pemex? La respuesta es NO. Pero Lozoya tuvo la grandiosa ‘ideota’ de acusarlo de haberle pagado 200,000 dólares, cuando él ni legislador ni director de Pemex era, sino que trabajaba en la financiera rural; así de absurda y burda es la acusación contra Carlos Treviño. Ah, y Carlos tampoco tiene un centavo, como sí lo tiene Lozoya, y por eso ya fue formalmente acusado desde el 3 de enero de 2022 por la fiscalía de ser el único beneficiario del dinero de Odebrecht, igual que su familia.
Así pues, Óscar Zamudio es el nuevo perseguido de Gertz y tendrá su audiencia inicial el próximo martes 8 de agosto, en la que será defendido por Marco Tulio Martínez, otro joven abogado con un perfil similar al de Óscar, que también participó en la defensa de los científicos del Conacyt.
Leído lo anterior, ojalá el gremio de abogados esté pendiente y, sobre todo, que no se deje intimidar ni autocensure por el poder del Estado.
Miguel Ontiveros. Un largo resumen curricular teñido de controversia
Por otro lado, Miguel Ontiveros , el abogado de Emilio Lozoya, presenta una narrativa contrastante. Si bien su extenso currículum académico y su experiencia en el servicio público deberían inspirar respeto, su accionar en casos de alto perfil ha causado grandes cuestionamientos éticos. Aparentando defender la inocencia de Lozoya, ha sido señalado por incitar a su cliente a mentir y a colaborar con el gobierno. Y a la pruebas me remito.
Su papel en el caso de Lozoya ha dejado al descubierto una dualidad preocupante, por decir lo menos.
-Tómese un doble-
Aunque aparentemente defiende intereses legales, se ha visto envuelto en estrategias cuestionables que socavan la integridad del sistema legal. Su enfoque en preservar la imagen de su cliente ha generado dudas sobre su compromiso con la verdad y la justicia.