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#ZonaLibre | ¿Tiene esperanza la oposición rumbo al 2024?

La oposición debe esperar una división colosal hacia noviembre, cuando se diga cuál “corcholata” será la elegida por Morena.
mié 08 febrero 2023 06:01 AM
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Las figuras definitivas que contenderán en el 2024 serán conocidas en pocos meses, por lo que los grupos políticos no tienen tiempo por perder; sobre todo los adversarios de la autollamada 4T, apunta Caleb Ordóñez.

“¿Ebrard o Sheinbaum, ¿cuál para la presidencia?”, se preguntan millones de mexicanos que están interesados en las elecciones presidenciales del próximo año.

Pareciera que hasta este momento, el partido Morena tiene el control absoluto de esa importantísima elección.

“Si Morena postula a una piedra, la piedra gana”, me decía entre risas un experimentado consultor político.

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Y es que las encuestas tienen al partido de López Obrador tan arriba de la oposición que nada lo debilita. Son casi cinco años que tanto el PAN, PRI, PRD, entre otros partidos opositores y la clase empresarial se han roto la cabeza para poder lograr posicionar candidatas y candidatos que logren, al menos, dar una decorosa batalla en alguna encuesta. Pero esa misión ha sido un fracaso.

Según la última encuesta de El Financiero, la senadora Lilly Téllez tiene 29% de opinión favorable y le siguen la diputada Margarita Zavala, quien registró 26%, y el priista Enrique de la Madrid, con un 25%. Hasta este momento, serían serios contendientes para una candidatura común. Pero, ¿qué tanto músculo podrían mostrar contra la poderosa maquinaria morenista?

En la misma encuesta, Morena, PT y PVEM captan el 49% de la intención del voto, mientras que PAN, PRI y PRD suman 39% y Movimiento Ciudadano un pobre 8%.

La alternativa desde Estados Unidos

Ante este escenario, surge de nueva cuenta la figura de Ricardo Anaya, quien desde agosto del 2021 decidió no regresar a México, declarándose en un exilio político. Anaya teme una “venganza” del presidente por las acciones judiciales relacionadas con presuntos sobornos que supuestamente recibió durante el periodo en que fue diputado federal, a cambio de aprobar la Reforma Energética.

El pasado 5 de febrero, Anaya reapareció desde Estados Unidos, acompañando al presidente de su partido, Marko Cortés. Un día después subió un video lanzándose contra la iniciativa para reformar al Instituto Nacional Electoral (INE): “La enorme trampa que ya están preparando: Morena quiere quedarse con los 4 consejeros del INE que deben elegirse en este periodo”, dice en la retórica de más de cuatro minutos.

El resurgimiento de Anaya es importante, pues cuando es considerado en las encuestas suele seguir ocupando el primer lugar en el ánimo de los opositores. A pesar de que su vida familiar, ha estado durante mucho tiempo en Atlanta, Georgia.

La crisis de la alianza “Va x México” es tan aguda que incluso Anaya con la figura de nómada digital haría un mejor papel que políticos de mucho renombre. Ricardo hace campaña prácticamente desde el “home office”.

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Oportunidades únicas

La situación es tan desalentadora para la oposición que toda la carne en el asador está puesta en tres escenarios. El primero, sobre la marcha nacional, del 26 de febrero, a favor del INE y en contra del llamado “Plan B” para modificar al instituto, donde tienen que posicionar una adversidad monumental contra el régimen obradorista.

La otra tiene que ver con ganar la elección del Estado de México a toda costa. Una misión complicadísima, pero posible.

La derrota en aquel trascendente estado sería un golpe tremendo, pues significaría la muerte del PRI y el fiasco de la alianza con el PAN; un potente debilitamiento.

El tercer escenario no está en sus manos.

La oposición debe esperar una división colosal hacia noviembre, cuando se diga cuál “corcholata” será la elegida por Morena.

Si Claudia Sheinbaum gana la encuesta, será muy probable que los grupos contrarios denuncien un flagrante dedazo por parte del presidente y esto desencadene un sismo en las huestes morenistas, pues poco a poco se va deslumbrando un choque de trenes.

Todos los precandidatos tienen su propia maquinaria nacional. Tanto Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán Augusto e incluso Fernández Noroña cuentan con apoyos desaforados y tienen experiencia de sobra en todo tipo de elecciones, incluso más que Sheinbaum, quien sigue levantando la única bandera de ser la favorita del presidente.

En algún momento podría cambiar la situación, si López Obrador contempla la alerta roja que supone imponer a una candidata, como en los tiempos menos democráticos del viejo PRI.

El 2023 arrancó demasiado despeinado. Y parece que así seguirá durante todo el año.

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Las figuras definitivas que contenderán en el 2024 serán conocidas en pocos meses, por lo que los grupos políticos no tienen tiempo por perder; sobre todo los adversarios de la autollamada 4T.

El milagro para ellos rumbo al 2024 tiene que construirse desde ya, definiendo un par de perfiles que sí pueda competir y arropándolos con la intención de sacar un solo contendiente que logre unir a toda la comunidad antiAMLO.

Tres escenarios ya mencionados. Si en los tres la oposición sale victoriosa, la elección del 2024 será la más reñida que podamos imaginar.

¿Lograrán la hazaña?

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Nota del editor: Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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