Este 2022 cerrará, según registros oficiales, con una cifra de más de tres mil 500 mujeres asesinadas. 660 de ellas, en condiciones de violencia extrema. Diez mujeres asesinadas cada día del año que termina.
En lo que va del año, 29 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional han muerto en el contexto de los operativos contra el narcotráfico y la delincuencia organizada. Con ellos, son ya 629 el total de integrantes del Ejército fallecidos desde 2006, cuando inició esta estrategia.
Pero hay un caso que no se había presentado antes.
Se trata de José Silvestre Urzua Padilla, quien fue emboscado durante un operativo desplegado el pasado 24 de noviembre en el municipio de Los Pinos, Zacatecas.
Al momento de ser asesinado, el general Urzua ocupaba el puesto de Jefe de la Guardia Nacional en Zacatecas. La violencia contra los militares no ha cesado. Al momento de hacer este recuento un coronel del Ejército José Grimaldo Muñoz, comandante de la 15 Zona Militar en Zapopan, Jalisco, cumple dos semanas desaparecido y todo parece indicar que fue secuestrado por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Otro asesinato que generó una conmoción evidente, y que enfrentó a la jerarquía católica con el gobierno de López Obrador, fue el de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, ocurrido el 22 de junio en la localidad de Cerocahui, en plena sierra Tarahumara de Chihuahua.
Los sacerdotes fueron asesinados a balazos junto con el guía de turistas Pedro Palma en su sede religiosa.
Supuestamente, el crimen ocurrió cuando los jesuitas intentaron defender al guía de turistas de José Portillo Gil alias “El Chueco”, un conocido criminal de la zona quien, pese a ser buscado por las autoridades, se movía con total impunidad en el área.
Aún con el impacto que generaron estos asesinatos y el despliegue de fuerzas federales en la sierra Tarahumara, van más de seis meses sin que haya una sola persona detenida por estos hechos.
Tanto organizaciones religiosas como de derechos humanos han reclamado al gobierno de Chihuahua y a la Fiscalía General de la República la falta de resultados en todos los niveles.
Varios sujetos armados dispararon a quemarropa al juez de control Roberto Elías Martínez justo cuando salía de su casa.
Esto ocurrió el pasado 4 de diciembre, en el municipio de Guadalupe, Zacatecas.
Aunque iba en su vehículo, los disparos penetraron el automóvil y le causaron heridas graves al juzgador que terminaron por quitarle la vida.
De acuerdo con las investigaciones, el asesinato habría sido ordenado por personas internadas en un reclusorio y en venganza por decisiones tomadas por el juzgador durante un proceso. El 10 de diciembre, los fiscales dijeron que ya contaban con cuatro órdenes de aprehensión en contra de los supuestos autores materiales e intelectuales del caso.
El jueves 15 de diciembre sujetos armados que viajaban en una motocicleta intentaron asesinar al periodista Ciro Gómez Leyva cuando conducía su camioneta hacia su domicilio, en el sur de Ciudad de México. Los agresores le dispararon en al menos dos ocasiones a la altura de la cabeza, pero el blindaje del vehículo impidió que las balas lo alcanzaran.
El ataque ocurre en un 2022 que ha sido letal para la prensa. De acuerdo con la organización Artículo 19, un total de doce periodistas y comunicadores fueron asesinados este año en distintos estados del país. Con ello, se igualó la cifra máxima de homicidios de informadores por año y que data de 2017.
En comparación con lo registrado el año pasado, se trata de un incremento en asesinatos de periodistas del 71 por ciento.
Entre los casos está el de la periodista especializada en temas de corrupción y política Lourdes Maldonado, quien fue asesinada en Tijuana, Baja California, a las puertas de su casa con un disparo en la cabeza.
El asesinato de la veterana comunicadora generó especial indignación porque ocurrió apenas cinco días después de que el fotoperiodista Margarito Martinez también fuera víctima de un homicidio en la misma ciudad.
A diferencia de la mayoría de los casos, en el de Lourdes Maldonado sí hubo personas detenidas y procesadas. El autor material del crimen, Guillermo Julián Castro fue condenado el octubre pasado a 24 años de prisión, tras aceptar su culpabilidad.
En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador 36 periodistas y comunicadores han sido asesinados en México.
No todos los asesinatos en México están relacionados con el crimen organizado. La cifra varía por estado, pero las autoridades federales calculan que entre 40 y 60 por ciento de los homicidios y feminicidios son resultado de otro tipo de disputas o de la violencia cotidiana: intentos de robos, riñas entre vecinos, disputas económicas, despojos, entre otros.
18 de diciembre de 2022. Un ejemplo reciente y que también ha generado un impacto notable fue el asesinato de los hermanos Andrés y Jorge Tirado, actores y músicos cuyos cuerpos fueron encontrados sin vida dentro de un domicilio de la colonia Roma. En el mismo lugar también fue encontrado el cuerpo de su tío, José González.
Las primeras investigaciones de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México apuntan a que los artistas y su familia fueron asesinados como resultado de una disputa por la propiedad del inmueble en la que se encontraban.