Los asesinatos durante 2022 en México registraron algo que no habíamos visto en años: entre las víctimas figuran desde sacerdotes hasta un general del Ejército. Policías, miles de mujeres, un número récord de periodistas y hasta un juez. Todas, todos, asesinados.
La violencia fue extrema: más de 5,000 hechos atroces. Entre masacres, hallazgos de fosas clandestinas, torturas, desapariciones forzadas, entre otros. Y los asesinatos de miles de mujeres. Muchos de esos casos, como el de Debanhi, mal investigados desde el inicio y… hasta la fecha, que permanecen impunes.
Dicen que lo que mal empieza mal termina. Es el caso del año 2022. Termina como inició: con un asesinato múltiple.
En los primeros días de 2022, el 6 de enero, los cuerpos sin vida de diez personas fueron abandonados, dentro de una camioneta, frente a la puerta del palacio de Gobierno de Zacatecas, en plena Plaza de Armas. Crímenes que, hasta la fecha, siguen impunes.
Hace unos días, el 19 de diciembre, la policía confirmó el hallazgo de una camioneta estacionada justo frente a una farmacia en el centro comercial El Conquistador, una de los más populares de Tijuana, Baja California. Al interior del vehículo se encontraron los cuerpos sin vida de seis personas, cinco hombres y una mujer, con huellas de violencia.
De acuerdo con el informe Atrocidades 2022 elaborado por la organización Causa en Común, tan solo entre enero y octubre de 2022 se sumaron 433 masacres. Es decir, multihomicidios de más de tres víctimas. Todo un récord.
El asesinato de Debanhi Escobar, una chava de 18 años cuyo cuerpo fue encontrado en el fondo de una cisterna a las afueras de Monterrey, Nuevo León, conmocionó este año a la opinión pública no solo por el asesinato en sí, sino por la torpe, negligente y confusa actuación que tuvieron las autoridades en los primeros días de ocurridos los hechos.
Debanhi fue reportada como desaparecida por sus familiares el 9 de abril de 2022, tras haber asistido a una fiesta.
Numerosos videos dieron cuenta de los últimas horas en que se vio a la joven, acompañada de amigos o abordando un taxi de aplicación para regresar a su casa. En los días siguientes, las autoridades realizaron una “extensa búsqueda” de la joven. Hasta cuatro veces dijeron haber cateado de pies a cabeza un motel donde descendió del taxi y no la encontraron.
Dos semanas después y gracias a la presión de organizaciones civiles y familiares, el cuerpo de la joven fue encontrado dentro de una cisterna del mismo motel que, supuestamente, ya había sido registrado varias veces por la policía. Una negligencia que no sería la última. Luego del hallazgo el peritaje oficial de la Fiscalía concluyó que la muerte de la joven había sido un accidente, que había fallecido porque había caído en el orificio. La realidad es que fueron golpes que alguien más le causó lo que le quitó la vida, como demostraron otros estudios posteriores.
Hasta la fecha no hay una sola persona detenida por este caso.