Y aunque el dirigente siempre ha sido visto como cercano al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, pues fue su colaborador como secretario de Finanzas cuando el hoy canciller se desempeñó como jefe de Gobierno, ahora el cálculo político del dirigente está inclinado hacia el paisano del presidente.
Para Delgado el aplausómetro del presidente fue una señal para poder decantarse, una señal que él mismo ya había hecho pública en 2021, justo tres meses después de que Augusto López fue designado como secretario de Gobernación; en ese momento, Mario Delgado realizó una gira por Tabasco –en noviembre del 2021–, y el dirigente expresó que en el actual titular de la Segob veía a “un político muy completo y muy cercano al presidente, que le está ayudando mucho”, lo que remató con un “tiene todas las características para ser incluído con los otros aspirantes”.
La declaración se entendió como una más que se hace en una gira, como una cortesía del día ante la visita en el territorio del exgobernador de Tabasco; sin embargo, en recientes fechas y luego del aplauso-ovación provocados por el presidente en una reunión con diputados federales, la frase mutó en señal de hacia dónde estarán cargados los ánimos del dirigente.
La clave de este favoritismo es que con Adán Augusto, en el sentir de Delgado, hay reconocimiento mutuo, algo que no sucede con Ebrard.