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El abuso de la banca hacia los migrantes

La regulación de la CNBV hace que la banca pueda discriminar a los migrantes. La austeridad del gobierno federal ayuda a cimentar esta discriminación aun más.
lun 28 febrero 2022 11:59 PM
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Las vidas de muchos migrantes están siendo afectadas por bancos sin escrúpulos que no quieren abrir cuentas solo para ahorrase unos centavos, apunta Viri Ríos.

Los bancos tienen una regulación que les indica qué documentos deben aceptar de sus clientes para abrir cuentas bancarias. En 2017 esa regulación fue modificada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) con la intención de que los bancos fueran obligados a aceptar los documentos migratorios expedidos por el Instituto Nacional de Migración (INM) para abrirle cuentas a extranjeros viviendo en nuestro país.

Este cambio regulatorio era una buena idea. Con él se permitiría que migrantes centroamericanos que se encuentran viviendo en México, en muchas ocasiones en condiciones de alta vulnerabilidad o por razones humanitarias, pudieran regularizar su vida con mayor rapidez. Tener una cuenta bancaria les permite evitar el crimen, ahorrar y eventualmente acceder a un crédito.

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El problema es que la CNBV, con la anuencia del poderoso cabildeo bancario y la Secretaría de Relaciones exteriores (SRE), ha hecho que la regulación aprobada sea un Frankenstein y esté escrita de modo que los bancos no estén obligados a bancarizar a los migrantes.

Primero porque la CNBV aprobó varias prórrogas para que los bancos no tuvieran que hacerlo de inmediato; segundo, porque se aprobó una redacción con truco. Es decir, una regulación a modo que hace que los bancos no tengan que abrir cuentas de migrantes si no cuentan con personal capacitado para validar los documentos del INM.

El truco yace en que, como cada banco decide discrecionalmente si quiere tener personal capacitado para validar los documentos del INM, o no, ningún banco lo hace.

Contacté a cuatro grandes bancos (Banamex, Banorte, Scotiabank y BanCoppel) para preguntar si sería posible que un extranjero viviendo en México abriera una cuenta bancaria con documentos migratorios. La respuesta fue un no categórico.

Los bancos no desean abrirle cuentas a migrantes vulnerables por una simple razón: no es buen negocio. Los migrantes no tienen grandes recursos, no son sujetos de grandes créditos y, por el contrario, podrían realizar operaciones que serían sujetas de vigilancia por las estrictas regulaciones que tiene México en lavado de dinero. Es decir, el migrante les cuesta mucho y les deja poco.

La CNBV no debería permitir que empresas privadas discriminen a personas vulnerables solo porque les pueden cobrar menos dinero. Su trabajo debería ser regular a la banca en favor personas vulnerables. No lo ha hecho.

Por el contrario, el único compromiso sobre la mesa para avanzar en el tema es que, eventualmente, la SRE tendrá un sistema para validar los documentos del INM de manera oficial. De esa forma, ya no se tendrá que depender de la capacitación privada. Sin embargo, por una u otra razón, ya sea la austeridad o la falta de atención al tema, la SRE simplemente no lo ha hecho. Y mientras no lo haga, la CNBV ha creado una regulación en favor de los bancos y en detrimento de los migrantes.

Así, los bancos mantienen sus utilidades altas mientras que los migrantes son obligados a recurrir a cargar su dinero en efectivo, haciéndose más vulnerables al crimen organizado o a pedir favores a otras personas para que les guarden su dinero. Tal pareciera que la CNBV operara al servicio de los bancos, más preocupada por mantener la altísima utilidad y estabilidad de la banca mexicana que por implementar una regulación que beneficie a los consumidores.

Si los migrantes tuvieran recursos podrían ampararse en contra de esta violación a sus derechos, acudir a las reuniones entre la CNBV y la Asociación de Bancos de México (ABM), y externar su postura. No tienen recursos y, por tanto, la regulación se acuerda entre los poderosos.

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Entre los bancos investigados solo encontré uno que abre cuentas con documentos migratorios: el Banco del Bienestar (BB). Esto es un enorme problema porque el BB tiene serios problemas de planeación y funcionamiento. Hasta septiembre de 2021, el banco no tuvo ninguna sucursal operando que no haya sido alguna de las que ya existían de Bansefi. Recientemente también tuvo que cancelar la compra de 8,000 cajeros automáticos por falta de dinero.

Por eso hago un llamado a Jesús de la Fuente Rodríguez, presidente de la CNBV; a Francisco Garduño Yáñez, comisionado del INM; y al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para que cambien la regulación vigente a fin de que no sea una decisión discrecional de cada banco el abrir, o no, cuentas a migrantes.

Los bancos dirán que no pueden hacerlo, que no les salen las cuentas. Esto es falso. La banca mexicana tiene mejor rentabilidad financiera y económica que la banca en 82% de los países del mundo. La banca mexicana es demasiado buen negocio. Sí hay margen para demandarles un mejor servicio a los migrantes.

Las vidas de muchos migrantes están siendo afectadas por bancos sin escrúpulos que no quieren abrir cuentas solo para ahorrarse unos centavos. Tan solo de 2015 a 2020, 164,000 migrantes solicitaron condición de refugiados en México. Todas estas son personas no pueden abrir una cuenta y con ello están siendo victimizadas, no solo por su país de origen, del que tuvieron que huir, sino por el país que les ha dado asilo.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única de la autora.

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